Macarena ganó 'The dancer': «No hay que bailar contemporáneo para innovar el flamenco»
Esta chiclanera de 28 años ha logrado llevarse los 25.000 euros del programa de La 1
Macarena Ramírez (Chiclana, 1992), la bailaora ganadora de 'The dancer' (TVE), tiene una manía antes de alzar el vuelo, o sea, de poner sus pies –un 36– en la tierra. Entra con el pie derecho y se santigua. Su nombre se lo debe a la virgen. Ella, que estudió Danza Española y destinará los veinticinco mil euros ganados a un espectáculo propio, a veces se «achica» antes de entrar al escenario, así que piensa que es la mejor y que irá a por todas. Si no hubiera sido bailaora, habría sido teatrera.
Su madrina Lola Índigo se lo dejó claro: «Eres un terremoto, una estrella». En el programa de talento emitido cada lunes por la noche en La 1 y producido por Fremantle, Ramírez ha bailado de todo y por todas: Rosalía , Lola Flores , Madonna , Sílvia Pérez Cruz … «Soy de las flamencas que le gusta todo tipo de música», reconoce a ABC. Para ella, Paco de Lucía es el mejor guitarrista de la historia.
Ramírez nunca pensó en participar en un concurso como 'The dancer' : «Me animé… ¡yo misma! Lo vi por Internet. '¿Por qué no?'. Hice el baile y luego eché los papeles. Es el primer programa de talento al que me presento; jamás me imaginé verme en televisión. Al estar liada con el teatro, los tablaos, viajando… Pero se paralizó todo». A Madrid llegó con 18 años pero, con la pandemia, regresó a casa con sus padres y su hermano mayor. Todo pasa por algo, así que se ha quedado con lo positivo: «Gracias al Covid, pude presentarme a este programa».
Tampoco es que hubiera habido a nivel nacional formatos que apostaran por su baile. Le pilló en plena adolescencia 'Fama, ¡a bailar!' , donde concursó Lola Índigo, una de las juezas de 'The dancer' junto a Miguel Ángel Muñoz y Rafa Méndez . «Los programas eran de baile urbano, no registros flamencos. No era aceptado», recuerda ella.
La joven chiclanera reivindica la autoría de su vestuario, coreografía y música, pero se acuerda de su compañero guitarrista Juan José Alba y de su madre, con la que cosió hasta el último momento el traje que lució anoche en la final. «Mi madre dice que siempre soy muy remetía en hacer los trajes muy difíciles», comenta. «Soy la artista de la familia, ¡la loca! No hay nadie bailando, ni cantando». Su padre, camionero; su hermano, ingeniero.
Ella entrena todo los días: «Aparte del flamenco, hago yoga, entrenamiento funcional... El bailarín tiene que ser un atleta. Tienes que durar esos quince o veinte minutos en escena; tienes que darlo todo».
En 'The Dancer' , su ganadora quería reivindicar el flamenco y la danza española: «Soy una bailaora que innova con el vestuario y la música. He bailado de hombre; he utilizado bata de cola, sombrero, abanico, castañuela, pulgareta... Quería que se viese que el flamenco debe ser completo: tienes que tener pie y brazo, manejar los complementos porque, si no, no es flamenco». Le ha gustado utilizar por primera vez música pop, pero nunca ha perdido su esencia: «No hay que bailar contemporáneo para innovar el flamenco».
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