«White House Farm Murders»

Una masacre a punta de rifle: la terrible historia de la familia que aparentemente lo tenía todo

Starzplay trae a España los terribles asesinatos de «White house farm murders»

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Eran las 3.30 de la madrugada del miércoles 7 de agosto de 1985 cuando sonó el teléfono de la Policía de Chelmsford, en Essex, Gran Bretaña. Al otro lado del aparato estaba Jeremy Bamber , el hijo de 24 años de los dueños de la finca White House Farm. El joven ya no residía en el extenso terreno de la familia, pero aseguraba haber recibido una inquietante llamada de su padre. Le había dicho que su hermana mayor, Sheila, estaba sufriendo un ataque de esquizofrenia paranoide, enfermedad recientemente diagnosticada.

La joven había cogido un rifle de caza de los tantos que había en la propiedad y estaba amenazando tanto a sus padres como a sus dos hijos, dos mellizos de apenas seis años. Pese a la gravedad de la situación, no irrumpieron en la casa hasta que no llegó una patrulla armada a eso de las 7.35 de la mañana. Para entonces ninguno de los habitantes de la casa estaba con vida.

En la cocina, situada en la planta baja, estaba el cuerpo sin vida de Nevill Bamber, de 61 años. Había recibido ocho disparos y presentaba varias heridas en la cabeza. En el dormitorio principal se encontraba su esposa June, también de 61 años. Tenía un balazo entre los ojos. En ese mismo cuarto, pero a unos metros de distancia estaba su hija Sheila, presunta responsable de la masacre, con dos heridas de bala en el cuello y un rifle semiautomático a su lado. También cerca de ahí, en el cuarto de al lado, se encontraban los hijos de esta, Daniel y Nicholas, quienes se encontraban de visita en casa de sus abuelos (donde residía su madre tras el divorcio). Ambos seguían acostados (ya sin vida) en sus camas; incluso uno de ellos tenía su pulgar en la boca.

Una historia preparada

Sheila era, según el testimonio Jeremy, la responsable de la violenta masacre. Sus problemas mentales eran fáciles de comprobar y hacían que la historia fuese en ese momento verosímil. La Policía creyó en el relato. Todo parecía encajar, pero un silenciador escondido en un recoveco de la cocina señaló al pequeño de la familia como el autor. «White house farm murders» , ficción que llega este jueves a Starz , relata la terrible historia de cómo un joven británico que lo tenía todo acabó con su familia en un intento de tener aún más.

«Los guiones son maravillosos y están muy claros. Kris Mrska y su colega Giula Sandler han hecho un gran trabajo filtrando la enorme cantidad de información que existe en torno a esta historia para cristalizarla en la versión más sucinta pero detallada y veraz al mismo tiempo. Hay muchas áreas en las que se podría concentrar, pero debes reducirlo todo para que sea algo que la audiencia sienta que comprende lo que ha ocurrido para cuando llega el juicio final en la serie», explica Freddie Fox, actor encargado de dar vida a Jeremy Bamber, en una entrevista facilitada por la cadena.

Un escándalo mundial

La masacre ocupó titulares de la prensa nacional e internacional. Incluso «The Sun» dedicó una portada a la noticia. «Topmodel masacra a su familia», se podía leer en ella. La versión oficial señalaba a Sheila como culpable y se apoyaba en su enfermedad para justificar los terribles acontecimientos. «La forma en que se informó sobre la salud mental de Sheila y cómo la sociedad en general la consideraba fue espantosa. Se podía escuchar a muchos policías en aquel entonces hablar de ella en términos que no usaríamos hoy en día. Así, uno se da cuenta de hasta qué punto las cosas han avanzado desde entonces hasta ahora», añade Fox.

Tanto Sheila como Jeremy fueron adoptados por el matrimonio Bamber cuando apenas tenían unos meses de vida. Nevill y June querían darle una buena vida , pero fueron demasiado serios y estrictos para dos jóvenes con demasiadas inseguridades y sin ganas de estudiar. La mayor se dedicó con éxito al modelaje, el pequeño tuvo que conformarse con trabajar en la granja familiar después de un tormentoso desliz por Nueva Zelanda, donde le buscaban por robo a mano armada.

Una excelente actuación

Pese a la mala relación de Bamber con sus padres, el joven se mostró destrozado delante de las cámaras que acudieron al funeral. «Vi las imágenes de televisión reales del funeral tantas veces que literalmente acabé soñando con ellas. Probablemente sea el mismo recuerdo que la mayoría de la gente tiene sobre el caso; Jeremy Bamber rompiendo a llorar fuera de la iglesia, siendo consolado por su novia Julie y Colin (Caffel, viudo de Sheila), mientras llora en su mano», comenta Fox.

«Nuestro director Paul Whittington quería que esa escena fuera una imitación pura y dura de la realidad. El simple hecho de ver aquellas imágenes una y otra vez fue muy interesante, trataba de entender si Jeremy Bamber estaba fingiendo o no… Hay momentos que parecen muy genuinos», añade el actor, quien asegura que el traje que vistió para el rodaje era también un Hugo Boss original de los años 80.

Finalmente, Jeremy Bamber fue acusado y condenado por los asesinatos de sus propios padres, hermana y sobrinos después de un mediático juicio. «Rodamos en la sala contigua a la que se usó para el juicio real en Chelmsford Crown Court. La sala de tribunal original se renovó con la colocación de una gran pantalla, así que utilizamos la de al lado, cuya decoración es todavía la misma a la de 1986», explica. Bamber actualmente cumple cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, siendo uno de los pocos prisioneros en el Reino Unido sujeto a una sentencia de encarcelamiento de por vida. Bamber aún mantiene su inocencia.

Un testimonio real

«White House Farm Murders» se basa en el libro de Carol Ann Lee «Los asesinos de White House Farm» y en el trabajo publicado por Colin Caffel, viudo de Sheila, en 1994: «En busca del final del arcoiris, la historia de un padre». Incluso, contaron con la colaboración de él durante el rodaje. «Los leí y también hablé con Colin y los agentes de Policía que conocían a Jeremy Bamber en el momento de los sucesos, y viajé a los lugares donde ocurrieron algunos de aquellos sucesos para comprender el entorno en el que Jeremy Bamber creció», concluye Fox.

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