Señorita 89

Dietas inhumanas y operaciones sin sentido: cómo sobrevivir a un concurso de belleza

Starplay estrena la serie 'Señorita 89', escrita y dirigida por Lucía Puenzo

Las protagonistas de 'Señorita 89' Starzplay

María Estévez

Se estrena la esperada serie 'Señorita 89' que, como dirían en México, se marca un clavado dentro los concursos de belleza del país Azteca. Si nos remontamos al 89 en México, a la realidad, descubrimos a Adriana Abascal como reina de un certamen inolvidable para muchos latinoamericanos. Pero esto es ficción y 'Señorita 89' se parece más a 'El juego del calamar' o a 'Narcos' que a los concursos de la televisión.

Tras el escaparate estético, Lucía Puenzo propone un thriller político donde la idea de sobrevivir dentro de la finca La Encantada termina siendo más importante para las jóvenes concursantes que el hecho de ganar el título. La directora de 'La jauría' escribe y dirige esta serie de ocho episodios, sobre el acoso y el maltrato que reciben las concursantes a lo que se suma a estándares de belleza imposibles de cumplir: dietas inhumanas y operaciones sin sentido. El reparto de esta producción está encabezado por Ilse Salas, a quien acompañan Natasha Dupeyrón, Ximena Romo, Coty Camacho y Bárbara López.

Con Lucía Puezo tuvimos la oportunidad de conversar sobre la serie de Starzplay.

¿Cómo terminó dirigiendo esta serie?

Fue una propuesta de la productora Fábula. Yo venía de hacer con Fábula, la empresa de los hermanos Larraín, la película 'La jauría' y estaba filmando 'La jauría II' en Chile cuando me hicieron la propuesta de filmar una serie para abrir Fábula en México. 'Señorita 89' es el primer proyecto en México de la productora. Su propuesta consistía en contar el universo de la belleza, en el México del 89, desde dentro. Ellos me dieron un guión con una protagonista, pero me incomodaba que fuera una serie de una sola mujer y quisimos abrirlo para conseguir la coralidad final y que cuatro 'señoritas' de México estuvieran acompañando a ese personaje central de la joven universitaria. Lo que más me gusta de esta serie es que los certámenes de belleza son la puerta de entrada al mundo de la política, porque esta serie es en realidad un thriller dramático.

¿El mundo de la belleza es una excusa para hablar de lo que ocurría en la política de entonces?

Efectivamente. Nos hemos centrado en lo que escondían esos universos glamurosos, en todo lo que había detrás y que no podías ver. Sumergirme en investigar este mundo ha sido totalmente increíble.

Si nos remontamos al concurso 'Señorita 89' tenemos como ganadora a Adriana Abascal. ¿Por qué habéis elegido ese año para el título?

No es ella, pero hemos leído muchas biografías y hemos hecho una amalgama de varias reinas de belleza. A todas las que somos latinoamericanas en el equipo nos pasa que crecimos con estos concursos de belleza que congregaban familias enteras frente al televisor como si se tratara de un mundial de fútbol porque para nosotros era mucho más que el universo de la belleza. Hemos entrevistado o investigado a muchas señoritas México y, por ellas, hemos descubierto que se repetían vivencias, relatos. La idea de la fábrica de reinas, de la normalización de los cuerpos, el consumo del cuerpo de la mujer y lo que pasaba en esos universos cerrados como La Encantada, donde el paraíso puede tener otra cara, nos ha permitido mostrar el lado oscuro de esos años en la política de México.

En aquellos tiempos, Televisa tenía mucho poder en la realización de los concursos de belleza. ¿Cuánto investigó al grupo?

Muchísimo, no te puedo explicar cuánto y voy a seguir investigando porque seguiré escribiendo cosas al respecto. Te podría decir que es una sinergia muy profunda la que existe entre la historia de Televisa y la política del país. Hablamos de cómo la invención de una televisión va de la mano de lo que ocurre en México, pero eso no solo sucede allí, sino que se reproduce en Argentina y en muchos otros países. Nosotros, en el 2022, somos más conscientes de la connivencia entre política y medios. Pero cuando se gesta Televisa, y en las décadas siguientes, toda esa construcción de los medios ligados a la política es escalofriante. Esta serie se centra en una parte de eso, pero se podrían hacer infinitas series y películas sobre la historia de los medios en México.

¿Cuáles son las voces que ha querido destacar en esta serie?

Por un lado tenemos a Isabel, que es Natasha, la única que viene de una familia adinerada, universitaria, ya que hablamos de inspiraciones uno podría recordar a Lupita Jons que llegó con una idea y un arco de vida al concurso. Está Miss Oaxaca, que es Coty Camacho, una chica que no estaba destinada a participar porque viene de una comunidad oaxaqueña de matriarcado indígena y mujeres muy fuertes. Está Jossi, una chica de Chihuahua que ha perdido a su hermana en una maquila en los inicios de las desapariciones de mujeres en el norte del país. Está Barbara, que lleva años en el mundo de los concursos de belleza y ha pasado por muchas manos. Y está Elena, que es una chica universitaria que respeta mucho a estas mujeres.

Hay mujeres en su serie que salen mal paradas.

Hay mujeres que abrieron los ojos para entender hasta dónde fueron funcionales al patriarcado que las crio, cómplices de ese universo. La serie no puede mirar el mundo de manera binaria y creer que todas las mujeres están de un lado y son inocentes y los hombres están del otro y son culpables, sino ampliar un poco esa mirada y tensar un poco el rol que tuve la mujer en los años 80.

La belleza y el ideal perfecto han variado con los años.

Ahora la conversación ha cambiado porque ya no se persiguen modelos imposibles, sigue siendo una problemática grave, pero lo que hoy nos escandaliza, estaba permitido en esa época.

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