'Rapa': Los 10 mandamientos para crear una serie a la altura de 'Hierro'

Pepe Coira y Fran Araújo explican las claves de su última creación, cuyos seis capítulos ya se pueden ver en Movistar

Mónica López y Javier Cámara, grandes protagonistas de 'Rapa' Jaime Olmedo / Movistar
Federico Marín Bellón

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Javier Cámara lo decía muy claro en una entrevista reciente . Él nunca dudó que valdría la pena participar en 'Rapa' , recién estrenada en Movistar, donde ya se pueden ver sus seis episodios. « 'Hierro' se convirtió en la serie estrella de la plataforma frente a otras que tenían muchísimo más presupuesto y más estrellas. Eso no es porque te ha tocado la lotería», decía el actor. Por alusiones, los loteros-creadores de ambas explican qué reglas o mandamientos, si los tienen, aplican para buscar ese nivel de excelencia, que dio lugar a un éxito de crítica y público incontestable.

Sin más preámbulos, cedemos la palabra a Pepe Coira y Fran Araújo . Hablan por separado, para que no se copien y porque el primero no pudo venir a los actos de presentación en Madrid por problemas de salud. De la trama basta con saber que un profesor de literatura, Tomás (Cámara), encuentra en el monte, entre Cedeira y Ferrol, a la víctima de un suceso violento, que resulta ser alguien importante. Investiga el caso Maite ( Mónica López ), pero el propio testigo se involucra y se empeña en resolverlo, con o sin ella.

1. Respetar a los personajes

«La primera regla es respetar a los personajes», cuenta Pepe Coira. «Pensemos en ellos, en que lo que les ocurra responda a cómo son. Y no los forcemos. A una persona en concreto le ocurre algo en un momento concreto. Eso es lo importante y lo que más nos mueve. Como lector y espectador, siento que cuando empatizas con un personaje, más allá de que sea bueno o malo, conectas con lo que le pasa y con las decisiones que tiene que tomar. Debes sentir que tiene la consistencia de un ser humano , aunque no lo sea, que no es un muñeco que alguien maneja».

Fran Araújo añade que les estimulaba «hacer el viaje» no solo con los dos investigadores (Mónica López y Javier Cámara), sino con el responsable del crimen: «Es entender el proceso interior de alguien que ha hecho algo malo. ¿Cómo se convierte alguien en un asesino? ».

2. No repetir o, como mínimo, no repetirse

Esta es otra clave, pero «sabiendo que todo está escrito», puntualiza Coira. «Es un poco presuntuoso hablar de originalidad. Casi todo está hecho y siempre puedes encontrar referentes de todo, afortunadamente». Dicho esto, aquí lo novedoso puede encontrarse en varios niveles. Por un lado está la estructura. En 'Rapa', la mayor originalidad es el momento temprano en que el espectador sabe quién es el culpable.

«Gran parte de la premisa tiene que ver con el final del capítulo uno y eso lo tenemos carísimo desde el principio», desvela Araújo. «Cuando entregamos el piloto, todo el mundo nos decía: ¿y ahora qué vamos a hacer? Había mucho miedo a cómo íbamos a aguantar eso hasta el final. Nosotros fingíamos que lo íbamos a aguantar bien, pero nos habíamos lanzado a una piscina sin saber si seríamos capaces. Fuimos avanzando, con miedo a estar columpiándonos, pero enseguida sentimos que lo teníamos, porque te abría otras puertas».

«Cuanto antes desveles al asesino, antes puedes acompañarlo. Eso es muy valioso»

Pepe Coira

Guionista y creador de 'Rapa'

A Pepe Coira no es la primera vez que le echamos en cara cierta «chulería» . Cada vez revela antes la supuesta solución al misterio. Aquí se lleva al extremo: «¡Qué va!, no es chulería», niega entre risas. «Es intentar armar la historia lo más bonito posible. Hay mecanismos con los que todos estamos tan familiarizados que nos apetece jugar con ellos y situarlos en un punto que no es el más previsible. A partir de ahí, se te abren todas las posibilidades. Cuanto antes desveles al asesino, antes puedes acompañarlo. Eso es muy valioso».

3. Confiar en el suspense por encima del thriller, pero no ser previsibles

«'Rapa' no es un thriller tanto como una historia de suspense», sostiene Fran Araújo. «Se cimenta más en querer saber que en meter a personajes en una situación de peligro. Hay muchas preguntas y todo el rato confiábamos en querer saber qué pasó, qué me va a llevar hasta el final. Confiamos en eso y fuimos por delante de los personajes todo el rato».

Pepe Coira cree que «es un género tan amable y amplio que lo permite todo». «Tiene unos márgenes amplísimos. Hay dos grandes alternativas: la intriga y el suspense. Ir por la pregunta de quién lo hizo o descubrir cómo lo van a pillar o cuál será la siguiente víctima. Dentro de esos dos grandes marcos, hay infinitas posibilidades. Es interesante pensar en la figura del detective, muy asentada en la cultura norteamericana desde Hammet y Chandler . Aquí el papel lo pueden ejercer figuras distintas: alguien de la policía, el juez instructor, un periodista, un testigo... Jugar con eso es chulo, porque hay muchos posibles y muy diferentes, cada uno con sus armas.

4. Encontrar el humor, aunque sea negro

«Nos interesa mucho hacer algo muy luminoso en un contexto muy oscuro. Si tú te pones a analizar todos los elementos de 'Rapa', son muy negros, muy de cine negro, pero el tono que tiene la serie es ligero. Incluso hay comedia. Eso nos encanta a Pepe y a mí. De hecho, con 'Hierro' había también un sentido del humor, pero queríamos ir un paso más allá con el tono este de comedia, aunque lo que hay de fondo es muy negro».

5. Serie antibocazas o 'anti-spoilers'

«Eso es un temazo», salta Araújo. «Yo tampoco creo que nos hagan demasiado daño [destripando detalles], porque no va de eso. De hecho, creo que las buenas ficciones siempre van de los personajes y el cómo . Las tramas siempre son las mismas y seguro que hay guionistas mucho mejores que nosotros haciendo mecanismos. Nosotros, de hecho, buscábamos cómo evitar las escenas de investigación, que la información llegara de otra manera».

«Yo tampoco creo que nos hagan demasiado daño los 'spoilers', porque la serie no va de eso»

Fran Araújo

Guionista y creador de 'Rapa'

«Me hizo mucha gracia cuanto leí de alguien que había visto el primer capítulo y daba por hecho lo que iba a pasar después», cuenta Coira. Aquí el interés no son las sorpresas ni los giros espectaculares. Giros narrativos hay y sorpresas esperamos que también. Y nos parece importante no ser previsibles, otro mandamiento de los importantes , pero sin hacer cosas muy raras. Esto puede sonar presuntuosísimo, pero era aquello que decía Mamet de conseguir que lo que ocurre sea necesario e imprevisible a la vez. Ya nos gustaría llegar tan lejos, pero como espectador me gusta mucho esa sensación de no saber lo que va a ocurrir a continuación».

6 Meterte donde no te llaman

Fran Araújo confiesa otro secreto en su proceso de creación: «Era un mandamiento diferente. Cada capítulo acaba en un lugar que no debería. Todo el rato pasan cosas donde no deberían estar sucediendo, según lo esperable técnicamente en este tipo de series. Pasa en el capítulo 1, en el 2 y en el 3. Es un 'cliffhanger' raro, no el típico ¡Guau! Es más un ¿y ahora qué? No es la gran sorpresa. Los personajes llegan a un sitio y no sabes cómo va a continuar esta historia. Si hubiéramos seguido de la manera previsible, en el tercer capítulo la serie se acaba, pero luego en el cuarto empieza. Y en el quinto parece que se cierra de nuevo, pero llega el 6. Nos gusta ir a un sitio donde los personajes tienen que volver a empezar. Fue algo que encontramos pronto, nos gustó y se mantuvo hasta el final».

7. No correr

«Este también es claro, pero es un riesgo y da miedo. Tampoco somos los más listos de España. Yo pensaba: ¿no nos estaremos equivocando? Pepe lo tenía más claro. La relación de los dos protagonistas, por ejemplo, va muy poco a poco. La convención de este tipo de historias es que desde el primer capítulo sean dos investigadores que van juntos y a nosotros eso no nos parecía creíble».

«Ese mandamiento está clarísimo», corrobora Pepe. «En algún momento, Tomás sí intenta correr y se tropieza. Y cuando a Maite le toca alguna vez, es para mal, por supuesto». Todo esto, como en las novelas de Dennis Lehane , no implica que la serie carezca de ritmo: «Intentamos que haya acontecimientos continuamente, pero no es necesario que el ritmo sea vertiginoso, que todo sea trepidante. Podemos hacerlo por acumular acontecimientos y a nosotros nos gusta más intentar dosificarlos y dejar espacio para que esos personajes existen y respiren. A lo mejor es una tontería, pero me hace mucha gracia, en el capítulo 1, cuando aún estamos conociendo a Tomas y se para a coger agua del mar. Es un poco misterioso. Lo hace para cocer nécoras. A mí esas cosas me encantan, no estar alimentando continuamente una máquina y que sea un no parar. Eso me cansa, incluso como espectador».

«También nos parecía muy bonito que sea gente que comparte el gusto por la literatura criminal. No queríamos abusar de ello. Hay un momento en que Tomás descubre, no diremos dónde, el libro '¿Acaso no matan a los caballos?'. Son pequeños guiños.

8. Creer en Hitchcock y en otros dioses de la creación

Esas escenas como la del agua para las nécoras no implican que haya planos de relleno, algo que habría espantado a Alfred Hitchcock. «Es un referente absoluto para nosotros», confirma Araújo. «Su código era: si tienes a dos personas hablando en un tren, que tengan una bomba bajo el asiento, porque entonces todo lo que dicen será interesante. Eso sí, a nosotros nos importa mucho no guardar toda la carta para la sorpresa final, que es algo muy típico del género. Pero los espectadores saben más que los personajes casi siempre, porque no nos interesa el giro, sino cómo juega emocionalmente la información en la gente».

Pepe Coira confirma esta referencia y comenta las literarias, «quizá más importantes que las cinematográficas». «Está todo mezclado, pero hay unos cuantos autores a los que ya nos gustaría acercarnos. Por ejemplo, Elmore Leonard , me gusta especialmente. Y Donald Westlake . Los dos hacen convivir la comedia con la trama criminal. Es admirable en ambos. Y también pueden ser muy poéticos. En el caso de Leonard, con un ritmo apabullante. Y me gusta mucho Dennis Lehane o la gente de 'The wire' : Los dilemas morales en los que meten a los personajes me parecen extraordinarios. También Simenon . Hay mucho autor europeo que nos gusta. Todos los mencionados tienen un pie en la literatura y otro en el cine. Claramente, todo forma parte de lo mismo, contar historias, aunque con distintas reglas.

9. Amarás a los actores

Coira y Araújo ya no esconden más su as en la manga. Javier Cámara puede con todo. «Su personaje es un cabrón, un desgraciado, un mal profesor, un mal padre, un mal compañero. Es egoísta, tiene una lista gigantesca de defectos», enumera Fran. Pero no puedes evitar quererlo porque es muy listo. Y además es un personaje complejo. Pero es Javier Cámara, por favor. No te puede caer mal . Y luego creo que se tiende a hacer que todos los personajes sean oscuros. Y no, este es un capullo educado en el libro, que consigue superar sus defectos porque tiene un encanto o porque es brillante».

«El personaje de Javier Cámara es un cabrón, un desgraciado, un mal profesor, un mal padre, un mal compañero, egoísta... pero no puedes evitar quererlo porque es muy listo»

Fran Araújo

Luego está Mónica López, que no fue una decisión tan inmediata. ¿A quién pones al lado de Javier sin caer en algo convencional? No fue difícil, porque es muy obvio que era Mónica. Lo teníamos ahí delante. Lo hace increíble, tiene una humanidad seria y uno la quiere, quieres que le vaya bien . Ya le pasaba con el personaje de Reyes en 'Hierro' y mira, empieza haciendo la compra, que también es otra de las premisas de lo cotidiano. Estás haciendo la compra y te llaman porque han matado a alguien».

Coira explica por qué mostrar a un mal profesor. «Uno piensa en los grandes profesores que ha tenido, pero también los has tenido malos. Existe ese maestro que no tiene vocación. Una vez pedí consejo a un profesor muy bueno y solo me dio uno: quiere a los alumnos. Aquí nos gustaba mostrar a alguien que tiene un amor absoluto por la disciplina, la literatura en este caso, pero no por la docencia. Es alguien que simplemente no ha encontrado su sitio. A Tomás le gusta es leer y encontrarse con historias; tener que explicarlas le da pereza. Pese a todo, es chulo cómo puedes empatizar con un personaje al margen de sus virtudes. Te vas identificando con él».

«Javier también tiene esa capacidad de empatía que otros no tienen. O esa cosa extrañísima que ocurre en la relación de los actores con la pantalla. Todas sus virtudes permanecen ante la cámara o incluso se potencian. En otros se apagan o se quedan en sordina. Es algo misterioso y mágico . Me gustaría entenderlo. De repente tienes a Javier y a Mónica y a los actores de la serie defendiendo personajes y la cosa cambia mucho. Vas muy armado. También estaba pensando en Jorge Coira y Elena Trapé en la dirección. Amigo, eso es muy importante para que funcione». Pepe Coira destaca asimismo el trabajo de otros actores que hacen trabajos muy difíciles e impecables, pero es mejor no dar pistas. «Tú puedes escribir lo que sea, pero si no hay quien lo haga...».

«Lo más bonito que se puede decir de la serie es que es compleja en el fondo y en la apariencia no. Es lo ideal»

Pepe Coira

La norma, una más, era aprovechar el talento local : «Cuando se planteó hacerlo en Galicia, íbamos muy tranquilos porque hay mucha gente muy buena, como en todas partes. Da gusto poder acudir a ellos, porque siempre van a darle a los personajes un plus de autenticidad».

10. Que el trabajo no se note

'Rapa', en suma, es una serie complejísima, aunque puede parecer sencilla a simple vista. «Eso es lo más bonito que se puede decir», afirma Coira agradecido, «que algo pueda ser en el fondo complejo y en la apariencia no. Es lo ideal. La complejidad acaba dando textura, tensión e interés a las cosas y a la vez me parece importante aproximarse al espectador siendo claros, no epatar o esa cosa de ser quedón. Me parece uno de los mejores elogios que se le puede hacer a una historia».

«¿Cómo consigues navegar en un tono ligero, pero con una estructura de thriller muy compleja, con casi cincuenta personajes?. A nivel técnico es muy complicada la serie, pero disfrutamos muchísimo haciéndola», añade Fran Araújo. Tampoco era plan de darle al montaje un aire a los Tarantino o Iñárritu . «Creo que no sabría hacerlo», confiesa Pepe. «Sí nos planteamos juegos de cómo mezclar una trama con otra o abandonar una y recuperarla tiempo después. También procuramos divertirnos».

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