Quibi, la plataforma que aspiraba a desbancar a Netflix, hace oficial su cierre

Quibi (acrónimo de «quick bites», bocados rápidos en español) se lanzó el 6 de abril, en plena pandemia. Sobre el papel, esta plataforma estaba llamada a revolucionar el mercado ofreciendo a los jóvenes contenidos de calidad –firmados por creadores como Steven Spielberg, Guillermo del Toro o Eva Longoria– para ver en pantallas alternativas al televisor. Pero en su primer mes apenas convenció a 3,5 millones de suscriptores. «La culpa es del coronavirus», resumió Jeffrey Katzenberg, creador del servicio junto con Meg Whitman. Ahora, apenas siete meses después de su lanzamiento ha confirmado este jueves su cierre definitivo.

La plataforma buscaba ofrecer contenido de calidad y breve (entre 5 y 10 minutos) para consumir en el móvil. Unas bases sobre las que la empresa pretendía construir la nueva plataforma que desbancara a gigantes como Netflix . Sin embargo, la plataforma no tuvo éxito, reconoce a través de «una carta abierta», en su intento de «crear la siguiente generación de contadores de historias».

«Empezamos con la idea de crear la siguiente generación de contadores de historias y gracias a vosotros fuimos capaces de crear y ofrecer la mejor versión de lo que imaginamos que Quibi sería», comienza el comunicado. «Por ello, es muy duro tener que anunciar hoy que cerramos el negocio y estamos viendo la manera de vender tanto su contenido como sus activos tecnológicos». «Quibi era una gran idea y no había nadie que quisiera que esto saliera adelante más que nosotros. Nuestro fracaso no ha sido por no haberlo intentado; hemos probado y consumido todas las opciones posibles (para evitar el cierre)», continúa el texto.

A priori, contaban con un buen músculo financiero, unos 1.500 millones de euros . La variedad del contenido tampoco parecía ser el problema. Quibi, que costaba 8,99 euros al mes, tenía en su catálogo series, documentales, programas y resúmenes informativos. Pero, según los propios responsables de la plataforma, el fracaso de la plataforma puede tener dos posibles detonantes: que la idea no fuera «suficientemente fuerte para justificar un servicio de streaming independiente» y no haber aparecido en el «momento oportuno».

Quibi ha lidiado con varios problemas desde que se lanzara el pasado mes de abril. Al bajo número de suscriptores y las escasas descargas, se sumó una denuncia interpuesta contra ellos por la compañía de video interactivo Eko , respaldada por Elliott Management. Pero también consiguió inversiones como NBCUniversal , WarnerMedia, Disney o AT&T, entre otros; y contaba con grandes anunciantes como PepsiCo o Walmart.

Tras los rumores y un artículo publicado ayer en el «Wall Street Journal» afirmando el cierre, el fundador Jeffrey Katzenberg y la CEO Meg Whitman lo han hecho público este jueves. «Todo lo que nos queda es ofrecer una profunda disculpa por la desilusión y por haberos decepcionado. No podemos agradeceros suficiente que hayáis estado junto y por nosotros en cada etapa de este camino», concluye el texto.