La línea invisible

Mariano Barroso: «La historia objetiva del origen de ETA solo lo podría escribir Dios»

Movistar+ estrena hoy «La línea invisible», sobre los orígenes de la banda terrorista

Anna Castillo, Àlex Monner y Patrick Criado Movistar+
Federico Marín Bellón

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Entre el acto de apretar el gatillo y la muerte de la víctima media un instante. La línea invisible ha sido traspasada antes. El cerebro (es un decir) da la orden y ya nada vuelve a ser igual. Mariano Barroso dirige los guiones de Michel Gaztambide y Alejandro Hernández , a partir de la idea de Abel García Roure, y trata de explicar esa involución intelectual que supone la decisión de matar, el origen de la pesadilla, que nace como todas las guerras, «con pequeñas motivaciones, mezquinas, secretas y perversas», describe el también presidente de la Academia de Cine.

Corre junio de 1968 y el entonces líder de ETA, Txabi Etxebarrieta ( Àlex Monner ), cruza esa línea de sangre con el asesinato del guardia civil gallego José Antonio Pardines (Xoán Fórneas). «La línea invisible» se estrena hoy en Movistar+, que abre sus dos primeros episodios en internet, a las 22.00 (youtube.com/movistarplus). En total son seis capítulos de 45 minutos.

Barroso es un hombre de cine, pero su carrera televisiva es sobresaliente, con «El día de mañana» también en Movistar+. «Las plataformas viven un momento en que necesitan contenidos y las salas de cine tienen un exceso. Por eso es relativamente más fácil financiar una serie», explica. El director confirma que el terrorismo es, por desgracia, un gran material audiovisual: «Todas las cosas que suponen un horror en la vida nos gusta verlas en la pantalla . Hay amistades que no queremos cerca, pero nos fascinan en el cine. Me encantaría ser amigo de Hannibal Lecter, pero tenerlo lejos».

Aquí trata un material especialmente sensible, abordado desde un ángulo casi virgen: « Es un momento clave en el que nace una pesadilla que duró décadas . Fue horrible, sobre todo para las víctimas, pero es fascinante para contarlo». El trabajo de la serie se apoya, asegura, en una documentación exhaustiva, algo que complementa el hecho de haber rodado durante más de medio año en los lugares donde ocurrieron los hechos. Con todo, «no deja de ser una versión», admite, «porque la historia objetiva solo la podría hacer Dios, si existe y se pone a rodarla».

Para Barroso ha sido un trabajo de gran intensidad emocional, que afrontó con una frase de Gandhi siempre en el pensamiento: «Por una causa uno tiene que estar dispuesto a morir, pero nunca a matar». «Estoy deseando hacer una comedia musical romántica», admite.

Thriller negro

Los ingredientes conducen la historia «a una especie de thriller o de género negro» , cuenta su responsable, donde «no suele haber esperanza, aunque aquí hay un poquito al final». «Hay pistolas, emboscadas, policías, sótanos de torturas, gente con armas, hay intriga».

Con tanto cuidado por los detalles, puede que al espectador le sorprenda la presencia de varios actores no vascos: «Abrimos un casting y vimos a todos. Lamentablemente, no encontramos suficientes actores vascos que se pudieran adaptar a los personajes, aunque hay bastantes, y Álex Monner es mitad catalán y mitad vasco . Pero yo me crié con “Casablanca”, que se rodó en un plató de Los Ángeles, y no sé si había algún marroquí allí».

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