Sube la temperatura en el 'jacuzzi': Laura se la devuelve a Mario y se deja llevar con Adrián

María Robert

14/10/2022
Actualizado a las 01:02h.

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Mario se convirtió en el segundo participante de 'La isla de las tentaciones 5' en caer en la tentación. Bien es cierto que tuvo un amago de remordimientos al pensar en el daño que podía hacerle a su novia, pero una cosa llevó a la otra y acabó reincidiendo.

Mientras el madrileño se besaba apasionadamente con Valer i a en la piscina, en Villa Playa Laura se planteaba pedir una hoguera de confrontación para pedirle explicaciones a su chico. Aunque tampoco perdía el tiempo, acercándose poco a poco a Adrián . Además, confesaba que le fue infiel a su pareja con Álvaro Boix, el nuevo tentador VIP y también ex participante del programa.

La cuarta entrega del 'reality' desembarcó este jueves 13 de octubre en Telecinc o con el enrevesado culebrón de Mario y Laura sumando nuevos capítulos y un giro de guion completamente inesperado.

Tras dejarse llevar un par de veces con Valeria ( y rayarse después por haberle faltado el respeto a su chica), el madrileño estaba dispuesto a poner distancias con la tentadora. Se sinceraba con ella en la segunda cita, donde también le expresaba su agobio por el rumbo que estaba tomando su relación. Muy compresiva, la soltera lo entendió. En agradecimiento, él la volvió a besar. Luego, otra vez a darle al coco, en esta ocasión por no estar conociendo a más solteras que le gustan, como Carmen o Jessica.

En una nueva conversión durante una fiesta, Mario le pedía espacio a la tentadora y decidían quedar como amigos. Enseguida se fue a aprovechar la 'libertad' recuperada. A solas con Carmen , le confesaba que se siente atraído por ella.

Laura tampoco ha perdido el tiempo. La entrada de Álvaro como nuevo tentador provocó un tsunami que parecía que iba a arrasar la relación que empezaba a forjarse entre la alicantina y su soltero favorito, Adrián . Pero solo fue una inofensiva ventisca.

Llegada la noche, el jacuzzi los empujaba a una apasionada reconciliación. La alicantina no pudo resistirse a los besos en el cuello del sevillano. «Lo que siento es que tengo unas ganas increíbles. Y cada día más», aseguraba él.

Laura intentó por unos segundos y sin mucha convicción echar el freno. Sin embargo, enseguida claudicó rápidamente y sellaron el bañito con un beso.

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