Una deuda millonaria y sin experiencia: cómo Will Smith se convirtió en el príncipe de Bel-Air

El actor relata cómo consiguió el papel de la comedia y las circunstancias en las que llegó al proyecto

Will Smith, en una imagen promocional de «El príncipe de Bel-Air»

L. L. A.

Will Simth se ha consagrado como uno de los actores más carismáticos de Hollywood. El actor sorprende día a día con su compromiso con el medioambiente y su saber estar. Sin embargo, no siempre fue así. Solo hay que ver cómo llegó a «El príncipe de Bel-Air» . El que hasta entonces había sido cantante no supo gestionar correctamente todo el dinero que había ganado con su amigo Jessy Jeff, con quien había formado el grupo de hip-hop DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince. Juntos habían ganado un Grammy por la canción Summertime y su disco había sido triple platino. Ganó mucho dinero, pero no lo supo gestionar.

El actor invirtió todos sus ingresos en coches y ropa cara, sin tener en cuenta impuestos. «En mi cabeza no estaba intentando evitar pagar impuestos, simplemente no lo había tenido en cuenta», reconoció Smith en un vídeo de su canal de YouTube. Se calcula que llegó a tener una deuda tributaria de 2,8 millones de dólares (2,58 millones de euros) en impuestos atrasados.

«Se llevaron todo lo que tenía y me quedé en bancarrota. Ser famoso y estar arruinado es una muy mala combinación. Porque sigues siendo famoso, la gente te reconoce, pero te reconocen cuando estás sentado junto a ellos en el autobús», relató entre risas. Para pagar la deuda, el gobierno norteamericano se quedó con el 70% de cada cheque que el actor recibió durante las tres primeras temporadas de la mítica serie de los noventa.

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El príncipe de Bel-Air

El príncipe de Bel-Air

Llegar hasta «El príncipe de Bel-Air» no fue fácil. «Mi novia me dijo que tenía que hacer algo, no podía estar todo el día tirando en la cama. Pero no sabía qué hacer», dijo. Fue entonces cuando decidió ir a «El show de Arsenio Hall» , «era donde estaba la gente importante». «Allí conocí a un tío que se llamaba Benny Medina. Él es el verdadero príncipe de Bel-Air, pasó de Watts a Beverly Hills», cuenta. No solo le dio la idea, también le presentó al productor que desarrollaría el proyecto, Quincy Jones.

Will Smith se presentó en su oficina, acompañado de Medina. Estaba plagada de actores, artistas y políticos. «Todo el mundo de los 2000s», apunta. Lo primero que recibió del productor fueron halagos y un guion. «Me dejó un piloto fallido de Morris Day y me dijo que tenía unos minutos para aprenderme las líneas. Estaba montando una audición ahí mismo», reconoció. El ahora actor se sintió intimidado por la oferta y le pidió una semana para prepararse el texto.

Entre los presentes estaba Brandon Tartikoff, cabeza de NBC, quien también quería ver esa prueba. «Pero sí, podemos retrasarlo una semana. Pero él (Tartikoff) pospondrá la cita y puede que esta reunión no se realice hasta dentro de tres semanas o cuatro. No lo sé. O puedes tomarte diez minutos ahora y cambiar tu vida para siempre», recordó las palabras de Jones. Así que sí, se tomó esos diez minuntos, se aprendió unas líneas e hizo el payaso al puro estilo príncipe de Bel-Air .

Cuando terminó la audición, todo el presente en la habitación estaba aplaudiendo. Quincy, que había estado bebiendo un poco, puso a sus abogados a trabajar en un borrador del primer acuerdo de «El príncipe de Bel-Air». Cuando terminaron su trabajo, lo firmaron y se hicieron una foto para conmemorar el momento. «Tres meses después estábamos rodando el piloto», confesó.

Sin experiencia como actor

Con el paso de los años el propio Will Smith aseguró sentir vergüenza al recordar sus primeras actuaciones en «El príncipe de Bel-Air» . «Si ves los primeros cuatro o cinco episodios, puedes verme murmurando las frases de los demás. Es terrible y no puedo soportar verlo», dijo en el programa «The Graham Norton Show». «Fue mi primer papel y estaba muy concentrado en tener éxito, así que aprendí todo el guion, incluso las frases del resto de personajes», añadió. Los propios ejecutivos de NBC casi despidieron a Will Smith porque pensaban que era un pésimo actor y que no tenía futuro en la interpretación. Por suerte, los creadores y productores de la serie convencieron a la cadena del potencial del que había sido hasta entonces cantante.

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