Han pasado tres años desde que John Marlott (SEAN BEAN) escapó de Daniel Hervey (ED STOPPARD). En 1830, lo encontramos encadenado y esposado en una celda del Royal Bethlem Hospital, en un pabellón para enfermos mentales.
Marlott está perdido en su mundo inferior al que se le negó su resurrección y reunión con su familia en el cielo. Está perdido, no reacciona, es un hombre roto.
El periodista Boz (RYAN SAMPSON), que trabaja para The Evening Chronicle, está en la escena del segundo asesinato de un pastor protestante. Al intentar conseguir una pista, se encuentra con el Sr. Renquist (MARTIN McCANN), el decano forense de Westminster, quien le entrega los informes de la autopsia lo que confirma que ambos cuerpos fueron destripados.
Buscado por la policía, Marlott se esconde en el barrio de Pye Street. Usando el nombre Jack Martins como alias, consigue un trabajo para eliminar a los muertos por la epidemia.Junto a él, en su carro de la muerte, está el granuja Spence (FRANCIS MAGEE), un hombre con un pasado que decide beber para olvidar.
A medida que la plaga de la calle Pye se intensifica, Marlott se siente afectado por la difícil situación de los pobres, abandonados a su suerte para morir en la más absoluta pobreza sin la ayuda de la Iglesia o del Estado. Traslada tiernamente los cadáveres de jóvenes y ancianos al cementerio comunal con Spence, señalando las puertas de los muertos con una cruz.
Marlott se encuentra con un viejo enemigo, el ladrón de niños Billy Oates (ROBBIE GEE), que acaba de regresar a Londres y trabaja en un espectáculo itinerante. Marlott va hasta la barraca de feria y amenaza a Oates.
Spence no puede callarse y le dice a la congregación de la iglesia de Pye Street que su agua fue envenenada deliberadamente.
Es la noche de la fiesta de Frederick y Marlott ha acompañado a Esther.El decano de Westminster le echa en cara a Peel que no haya atrapado al asesino del pastor. La duda se cierne ahora sobre sus habilidades.Es poco probable que el Rey dé el consentimiento real para nuevo cementerio. Peel se siente estafado.
Boz confirma lo que Marlott siempre creyó, Daniel Hervey está vivo en Londres. Juntos se enfrentan a Renquist, que se niega a darles algún tipo de información, pero su lacayo Blackwood (CHRIS COGHILL), le da a Marlott la ubicación de un osario abandonada, donde Marlott sospecha que Hervey está trabajando.El osario es propiedad de Frederick Dipple, y lo usa para guardar el lujo que está de moda, los bloques de hielo.
Marlott se despierta encadenado.Se entera de que Federico es el hijo de Johann Dipple, el mentor de Hervey, y el hombre que le enseñó la ciencia de la resurrección.
Gracias a un soplo de alguien de confianza, la policía se une a los vigilantes para atrapar a Dipple.
