Dexter se ha mudado de barrio con su esposa y sus tres hijos. El pequeño Harrison no le deja dormir bien y luego no se concentra en el trabajo. El agente Lundy, ya jubilado, regresa a Miami para capturar a un asesino en serie que lleva 30 años actuando, Trinity.
Tras el accidente automovilístico, Dexter sufre un pequeño episodio de amnesia y es incapaz de recordar dónde escondió el cadaver de Benny Gomez, su última víctima. El forense se las tendrá que ingeniar, una vez más, para no ser descubierto y atrapado.
Dexter se enfrenta a varios retos relativos al matrimonio y a la paternidad. Rita, siguiendo los consejos del doctor, no le permite conducir y, además, la hijastra del asesino, Astor, está creciendo y todo lo que hace su padrastro parece sentarle mal.
Dexter se queda solo en casa y con mucho tiempo libre cuando Rita se lleva a los niños a la boda de una prima suya. Esto proporcionará al asesino la oportunidad de buscar una nueva víctima. Dexter se centra en Zoey Kruger, una policía asesina.
Los últimos acontecimientos hacen que Dexter tome por su cuenta la investigación del caso del asesino de la Trinidad. Sus motivaciones ahora son personales y al descubrir nuevos datos se da cuenta de que este criminal es diferente a cualquier otro.
Dexter trabaja a toda prisa para ir un paso adelante de la policía en el caso del asesino de la Trinidad. Mientras tanto, Debra se siente frustrada cuando la excluyen de su propio caso y piensa en romper las reglas en nombre de la justicia.
Dexter ha encontrado el equilibrio perfecto entre familia, trabajo y asesino nocturno. Mientras, el caso de un fotógrafo que asesina a modelos trae loca a la oficina. Debra, por su parte, convence a LaGuerta para que la deje retomar el caso del asesino de la Trinidad.
En la oficina el equipo continúa inmerso en el caso del asesino de la Trinidad e ignora por completo la amistad que éste mantiene con Dexter. Éste, a su vez, aún no se ha decidido a matarlo. Mientras, Rita consigue acercarse a su vecino.
Dexter sigue tratando de comprender al asesino de la Trinidad entrevistándose con su familia. Pronto, el forense descubre que Arthur Mitchell no es el hombre pacífico que parecía, sino que pegaba a su familia de manera habitual.
Cuando Arthur secuestra a un chico en una sala de videojuegos, Dexter se da cuenta de que su ciclo de asesinatos ha empezado otra vez y que no incluye tres, sino cuatro víctimas. Por otro lado, Debra finalmente concede a Christine Hill la entrevista que le prometió.
Dexter se muestra determinado a encargarse del asesino de la Trinidad. Cuando descubre que Christine Hill ha sido detenida, se da cuenta de que la policía pronto llegará hasta Arthur, con lo que empieza a preparar un plan para despistar a los agentes.
Dexter está obsesionado con dar con el asesino de la Trinidad. El forense sabe que su familia está en peligro, así que pide a Rita que se lleve a Harrison a Keys, donde se les unirá él más tarde para pasar el fin de semana.
