Death Valley

Vampiros, hombres lobo y zombis han tomado, sin razón aparente, las calles del Valle de San Fernando, en California. Un año después y ante tal catástrofe, una unidad especializada de la policía local de Los Ángeles combate estas criaturas de la noche. Los pasos de los agentes son seguidos muy de cerca por un equipo de televisión que documenta cada movimiento que hacen.

MTV es la responsable de esta original propuesta que, siguiendo una estética documental, ofrece una combinación de comedia, terror y género fantástico. Protagonizada por actores algo desconocidos como Tania Raymonde, la hija de Ben Linus en "Perdidos", y Bryan Callen ("Resacón en Las Vegas"), "Death Valley" se beneficia de un estilo fresco y singular. La realización, con cámara en mano a modo de falso documental, confiere a la producción un ritmo dinámico que en ocasiones coquetea con la serie B. A las dosis de acción y de terror hay que añadirle los múltiples momentos cómicos derivados de sus diálogos absurdos o de las variopintas parodias: desde la prostitución vampírica hasta los toques de queda para los licántropos en días de luna llena.