Whisky

Jacobo Köller es el dueño de una modesta fábrica de medias en Montevideo y eso parece ser lo único en su vida monótona. Marta es su empleada de confianza. La relación entre ellos nunca excede lo laboral y está marcada por el silencio y la rutina. Esta monotonía se ve súbitamente amenazada por el anuncio de una inesperada visita del hermano de Jacobo, Herman, con quien no tiene contacto desde hace años.

Pequeña joya de la cinematografía uruguaya, emparentada con las creaciones de Carlos Sorín ("Historias mínimas", "Bombón el perro"), y con aún mayores influencias estéticas del finlandés Kaurismaki ("Un hombre sin pasado"). El filme no hace concesiones ni alardes y cuenta con escasísimos diálogos. Una arriesgada producción a modo de fábula con unos personajes magníficamente interpretados por el trío protagonista. En el 2004, la película ganó el Goya a la mejor película extranjera de habla hispana.