Murder Rooms: The Kingdom of Bones

Reuben Proctor es el responsable de un museo local y muestra a Arthur Conan Doyle una momia que acaba de añadir a la colección. Como la ropa de la momia lleva pintados unos signos, Proctor pide a Doyle que le consiga un anatomista para investigar el cuerpo. El resultado es que bajo la ropa no se oculta un viejo cadáver egipcio, sino el cuerpo de un hombre que acaba de morir asesinado.

Cuarta entrega de una serie de cinco telefilmes producidos por la BBC con su habitual perfección e iniciada el año anterior con "Murder Rooms". Se basan en la relación real que existió entre Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, y su tutor en la universidad de Edimburgo, el pionero de la patología forense, el doctor Joseph Bell. Las investigaciones científicas de Bell inspirarían años después a Doyle el personaje de su famoso detective.

Ambos papeles son siempre interpretados por Ian Richardson y Charles Edwards, respectivamente (excepto en el primer filme de la saga, en el que el de Edwards tuvo como intérprete a Robin Laing).