Lola

En Nantes, Roland Cassard, un joven romántico, sigue la azarosa búsqueda de un sentimiento que se acerque a su anhelo de amor. El destino le lleva a un fortuito reencuentro con Lola, una encantadora prostituta con la que tuvo relaciones. Pese a su apasionamiento ella sólo le manifiesta una sincera amistad, ya que sigue ensimismada en el recuerdo del único amor de su vida, Michel, el padre de su único hijo.

“Lola” significó en encumbramiento de Jacques Demy, uno de los realizadores que probaron sus armas en la profesión en plena eclosión de la nouvelle vague francesa. La especial musicalidad de sus películas, su innegable inclinación para intentar plasmar la pureza del amor y la reiteración en los temas se ven reflejados en “Lola”. Acompañado por el fondo sonoro de la música de Michel Legrand, la cámara de Demy recorre las calles de Nantes, registra confesiones y momentos aparentemente inocuos, pero que según discurre el devenir film irán haciéndonos notar esa fusión de sentimientos y emociones entre Lola y Roland. Una curiosidad del filme es la semejanza del argumento con el de la obra maestra de Blake Edwrads, “Desayuno con diamantes” (1961).