Lo que queda del día

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el mayordomo James Stevens asiste impasible a todo lo que no sea su trabajo, que transcurre entre los muros de la mansión de Darlington Hall. Sujeto a un obsesivo sentido del deber, es incapaz de mostrar sus sentimientos y ni siquiera el amor del ama de llaves parece conmoverle.

James Ivory ("Una habitación con vistas") volvió a retratar las estrictas normas de conducta inglesas en la que, para muchos, es su mejor película. Para ello contó de nuevo con el trabajo de Anthony Hopkins y Emma Thompson como protagonistas (como ya había hecho un año antes en su igualmente espléndida "Regreso a Howards End"). El guion sigue fielmente la novela homónima de Kazuo Ishiguro, que adaptó para el cine la guionista habitual de Ivory, Ruth Prawer Jhabvala.

La película, caracterizada por sus precisas descripciones de ambientes y personajes, fue la gran perdedora de la entrega de los premios Oscar de 1993, al no conseguir ninguna estatuilla de las ocho a las que optaba.