La vida es dulce

Retrato de la vida de Wendy y su humilde familia de clase media que vive en los suburbios de Londres. Wendy, vendedora, profesora de aeróbic y camarera, y su marido Andy tienen dos hijas gemelas, Natalie y Nicola. Mientras que Natalie es optimista y siempre viste a la moda, Nicola es bulímica, agresiva y está sin empleo.

Sus conflictos familiares, cómo interactúan, y las relaciones con amigos y vecinos son los hilos conductores de “La vida es dulce”. Mike Leigh, junto con Stephen Frears y Ken Loach, forma parte de una generación de realizadores británicos, nacida en los años 70, que retratan las inquietudes y la problemática de las clases trabajadoras. Leigh, que consiguió el reconocimiento internacional con “Secretos y mentiras” (1996), hace en esta ocasión una crónica de la furia y el dolor ocultos en la superficie de las convenciones del día a día. En todo caso, y como pasa con la mayor parte del cine europeo, la película tardó cuatro años en llegar a las pantallas españolas.