La chispa de la vida

A Roberto, un publicista en paro, se le clava en la cabeza una barra de hierro de un teatro romano en ruinas. Los medios de comunicación y él mismo tratan de sacar partido de la situación.

Uno de los directores más relevantes del cine español desde que sorprendiera a crítica y público con "El día de la Bestia", Álex de la Iglesia, firmó esta mezcla de drama y comedia negra que satiriza con la sociedad de la época, marcada por el paro y la comercialización televisiva de los sentimientos y la intimidad.

Para dar vida a su protagonista masculino, el director bilbaíno confió en el humorista Jose Mota, que debutó así con su primer papel dramático. El cómico consiguió encandilar a la crítica y hasta se coló en la lista de candidatos a mejor actor revelación de los Goya. También lo hizo su compañera de reparto, la mexicana Salma Hayek, más acostumbrada a este tipo de galas, pues había optado al Óscar por "Frida". Como curiosidad, el cineasta llevaba queriendo trabajar con Hayek desde que le propuso en 1997 el papel principal de "Perdita Durango". Como no pudieron coincidir, De La Iglesia tuvo que esperar hasta el 2011 para compartir cartel con ella.