Hablamos esta noche

Víctor, ingeniero de una nueva central nuclear a punto de ser inaugurada, vive un momento crucial de su vida. Separado, padre de un hijo adolescente y con una nueva relación sentimental no demasiado satisfactoria, Víctor es informado por un compañero, responsable de un terrible accidente en otra central ocurrido en el pasado, sobre varios defectos que ha detectado en la planta y que podrían llevar a una auténtica catástrofe. El dilema surge cuando tiene que optar por no hacer caso de su amigo, al que poca gente presta oído, o detener todo el proceso de inauguración.

Planteada como una sucesión de escenas en las que el protagonista se entrevista con los otros personajes de la trama, se trata de la película más triste, menos imaginativa y más tediosa de todas las de la desaparecida Pilar Miró. De hecho, la misma cineasta tardó cuatro años en volver a rodar otro filme, tiempo que pasó como Directora General de Cinematografía.