El hombre que hacía milagros

Séforis, Alta Galilea, en el año 90 de la dominación romana. Tamar es una niña de doce años, hija de Jairus, el líder de la sinagoga local. La niña sufre una enfermedad incurable y el médico le ha dicho que acabará muriendo en breve plazo. Sin embargo, la intervención de un humilde carpintero de poco más de treinta años, llamado Jesús, resultará providencial: Tamar no sólo sanará milagrosamente sino que además presenciará otros hechos asombrosos protagonizados por Jesús.

Una co-producción ruso-británica en la que también ha intervenido la productora de Mel Gibson, Icon. El filme ofrece una revolucionaria combinación de técnicas de animación tradicional con figuras en tres dimensiones para contar la más famosa y universal de todas las historias: la vida, pasión y muerte de Jesucristo. La vida de Cristo ha sido uno de los temas más recurrentes de la historia del cine y su figura ha sido reflejada en la gran pantalla de las formas más diversas, incluidas las grandes superproducciones o los musicales. En esta ocasión, la historia sigue con fidelidad los episodios básicos del Nuevo Testamento, pero contemplados desde el punto de vista de un personaje de ficción.