Armonía perfecta

En una escuela privada del Sur de los Estados Unidos, el sr. Sanders, el nuevo director del coro, trata de minimizar los conflictos raciales que se producen entre sus alumnos. Paul, un chico que cree que debería ser el solista, es el más problemático. En el otro extremo está Taylor Bradshaw, un muchacho impresionado por la música de Landy, un chaval negro, nieto de Zeke, el encargado de mantenimiento.

Una de esas historias bienintencionadas que produce la TV americana y cuyo mensaje final es que hay que encontrar los caminos que nos permitan superar nuestros prejuicios raciales. Con todo, se trata de un producto muy bien acabado, capaz de satisfacer con creces a la mayoría del público.