Aprendiendo a vivir

Matt Bobs, actor sin suerte y divorciado, se tiene que hacer cargo de su hija de cinco años, una niña malcriada y de fuerte carácter, justo cuando le ofrecen un papel protagonista.

Para gran parte de la crítica, esta es, quizás, la película más floja del director y productor James L. Brooks. Después de producir series de éxito para la televisión, como "Cheers" o "Los Simpson", y obtener el reconocimiento crítico y comercial dirigiendo filmes como "La fuerza del cariño" o "Al filo de la noticia", Brooks decidió plantear "Aprendiendo a vivir" bajo el prisma del musical. Sin embargo, una vez acabada, la producción fue totalmente remontada, convirtiéndose en una comedia dramática con la música de Hans Zimmer como simple telón de fondo. Quizás por esa razón, la respuesta del público no fue excesivamente buena y Brooks tuvo que esperar a su siguiente filme, "Mejor... imposible", para volver a conectar con los espectadores.