Ali

Los combates de Muhammad Ali, tanto fuera como dentro del cuadrilátero, le hicieron conocer todos los lados de la vida. Una existencia marcada por la gloria, los ideales y el acoso del Gobierno.

Candidato a un Oscar por "El dilema", Michael Mann dirigió a Will Smith en este drama épico sobre el deportista más querido, denostado y controvertido de Estados Unidos de todos los tiempos. La dimensión histórica y social, más allá de la figura estelar protagonista en sí misma o sus méritos deportivos, es lo que animó a Mann y a Smith a embarcarse juntos en este proyecto que rinde homenaje a una de las figuras claves de la historia yanqui en el siglo XX. El popular actor tuvo que incrementar su peso en más de 20 kilos y fue reconocido con una candidatura a la preciada estatuilla.

Pese al aplaudido resultado final, en un primer momento, Smith no quería ponerse en la piel del mítico boxeador. Tuvo que ser el mismísimo Ali quien llamara al protagonista de "El príncipe de Bel-Air" para que aceptara el trabajo, pues según él, era el único actor tan guapo como para encarnarle en la gran pantalla.