Viuda Negra
Viuda Negra: La última batalla de Scarlett Johansson en Marvel
‘Viuda Negra’, que se estrena en cines y en Disney+ con coste adicional, es la despedida de la actriz de Marvel y de la superheroína, tras más de una década librando sus causas
Hasta el último momento ni siquiera los directores tenían claro si iba a ser Ojo de Halcón o Viuda Negra quien moría en 'Vengadores: Endgame'. El guión cambió varias veces como si fuera una moneda que había caído de canto. Al final, el viudo fue él, el Universo Cinematográfico de Marvel, después de que el personaje interpretado por Scarlett Johansson se sacrificara por sus amigos y por el mundo.
Noticias relacionadas
La muerte, sin embargo, nunca es el final para las cosas rentables. Si bien Natasha Romanoff pasó sin pena ni gloria como superheroína desde su debut en ‘Iron Man 2’ hace más de una década, la despedida de Scarlett Johansson en ‘Viuda Negra’ , que se estrena de manera simultánea en cines y en Disney+ con coste adicional, se ha convertido en un digno punto y seguido. Un adiós que mira al pasado para rascar la superficie de un personaje hasta entonces testimonial, limitado a una mezcla de tinte y cuero en medio del amasijo de testosterona de sus compañeros, con poderes y mucha más carisma. Una excusa para entender las motivaciones de una espía criada para matar, pero que muere sintiendo.
Ficha completa
Viuda Negra
'Viuda Negra' es muchas cosas. Una 'rara avis' en un universo canónico, un viaje iniciático al final de una vida. Una película para cerrar una era, pero también para abrirla. Una despedida y una presentación. El regreso a unos orígenes nunca explorados. El fin de un debate tan vacuo como el rosario de amantes de James Bond, y la prueba definitiva de que el traje de espía le queda tan bien a Johansson como a cualquier 007. Pero, sobre todo, 'Viuda Negra' es un esfuerzo mayúsculo de la franquicia por redimir sus pecados, por dar entidad a un personaje apenas aprovechado. La feria de explosiones del tercer acto no desluce el corazón de la película, su lectura social sobre la trata de mujeres, la sospechosa analogía del villano soviético con algún que otro tirano de la propia industria y la importancia de la familia, la que le toca a uno y la que se elige.
« La cinta enseña la vulnerabilidad que hay detrás de los superhéroes. Las viudas negras –jóvenes subyugadas– son seres humanos, son mortales. Ellas mueren. Sangran. Se hacen daño. No pueden volar, solo son espías entrenadas a alto nivel. Es una película con los pies en la tierra, que trata a los protagonistas como personas reales, no como superhéroes», reflexiona Rachel Weisz , la 'falsa' madre de Johansson en la película, convencida de que Marvel, un simple parque de atracciones para algunos, ha madurado por fin y se ha tomado en serio cuestiones que la sociedad pedía, como el feminismo o la diversidad racial, sin vender su alma. «Las películas de Marvel son como una mitología contemporánea, algo de lo que todos los niños y adultos son parte», resume la oscarizada actriz, la veterana científica rusa Melina en el filme y la última de los prestigiosos fichajes que engrosan la franquicia.
Pospuesta varias veces a causa de la pandemia , 'Viuda Negra' llega tarde al universo Marvel, más centrado ahora mismo en su vertiente televisiva, o tal vez llega demasiado pronto. Este thriller sirve de raro epílogo al personaje de Scarlett Johansson, pero también es el punto de partida para Florence Pugh y una nueva generación de superheroínas con un toque gamberro y sin el menor interés en posar mientras pelean.
El personaje de Natasha Romanoff apareció por primera vez hace once años en 'Iron Man 2' y se ganó pronto el puesto en la primera generación de Vengadores. Por entonces, las productoras seguían pensando que una película de superhéroes protagonizada por una mujer no resultaba rentable. A Viuda Negra no le permitieron demostrar lo contrario, pero su irrupción en la gran pantalla junto a los Hulk, Thor y compañía abrió el camino a que superheroínas como Wonder Woman, Capitana Marvel, Jessica Jones (protagonista de una serie de Netflix) rompieran algo más que techos de cristal .
Disney, que tiene en marcha un gran número de producciones de superhéroes con roles femeninos –el regreso de Natalie Portman, el relevo de Ojo de Halcón y, a falta de una, tres mujeres Marvel–, había contraído una deuda con Natasha Romanoff que la cinta dirigida por Cate Shortland salda con nota. En el regreso a las raíces familiares de esta espía soviética reconvertida en heroína capitalista sobran los guiños internos, el drama y la pirotécnica visual, pero, a pesar del alivio cómico de Pugh y del Guardián Rojo de David Harbour, no deja de ser un tributo a Johansson que, ya antes del coronavirus, llegaba una década tarde .
