Un lugar tranquilo
Siete reglas para sobrevivir en la película más terrorífica de 2018
Este viernes se estrena «Un lugar tranquilo», el filme dirigido por John Krasinski que aspira a asustar hasta al más temerario
Este viernes llega a los cines «Un lugar tranquilo», un thriller de terror escrito, dirigido y protagonizado por John Krasinski que presenta un mundo postapocaliptico en el que la humanidad ha sido prácticamente exterminada por unas extrañas criaturas.
Krasinski y Emily Blunt dan vida a Lee y Evelyn Abbott, un matrimonio que intenta mantener con vida a sus tres hijos en un entorno límite, un mundo infectado de unos terribles cazadores que se guían por el sonido con una precisión letal.
Y para conseguir sobrevivir en estas tremendas circunstancias , los cinco deben seguir varias reglas que jamás, bajo ningún concepto, deben pasar por alto. Son estas:
El más mínimo ruido atraerá a varias criaturas así que esta es la primera y más básica regla para sobrevivir en el mundo postapocalíptico de Un lugar tranquilo. Ni a la hora de la cena, ni cuando se hace de noche... ni siquiera jugando al Monopoly, nunca hay que bajar la guardia porque un descuido puede ser letal.
El sendero marcado es el único seguro para ir de un lugar a otro. Un camino que hay que transitar de la forma más sigilosa posible y siempre alerta para no ser presa de esas mortales criaturas.
¿Cómo avisar de que los depredadores están cerca si no hay que gritar ni hacer ruido? Los Abbott han resuelto este problema con un ingenioso sistema de luces en el que el rojo tiene un único y claro significado: peligro inminente.
La muerte acecha en cada lugar, en cada camino, en cada casa... y cuatro ojos ven más que dos y, sobre todo, elevan el nivel de alerta y cuidado. Así que otra de las claves para sobrevivir en este silencioso y aterrador mundo es no ir solo, nunca quedarse atrás y no descolgarse del grupo.
El lenguaje de signos, que todo el equipo aprendió gracias a la joven actriz Millicent Simmonds, es el gran aliado de la famila Abbott para sobrevivir. El menor ruido traerá a su hogar a esas criaturas misteriosas y mortíferas criaturas así que no hay que arriesgarse: Ni una palabra si no es estrictamente necesario. Todo se comunica por gestos.
Ningún lugar es seguro al cien por cien... pero hay zonas que comportan un especial peligro. Una de ellas es el maizal, necesario para la subsistencia de los Abbott pero uno de los lugares que comportan mayor riesgo. Las altas plantas eliminan la ventaja visual y ofrecen el camuflaje perfecto a los terribles cazadores.
Es la última regla, y quizá la más difícil de cumplir en determinadas circunstancias y en este mundo en el que el horror y la muerte están a la vuelta de la esquina: Pase lo que pase... nunca, jamás grites.
Noticias relacionadas
