La amistad a través del deporte

«En un mundo frío no puedes vivir sin el calor de tus amigos», dice Miguel Ángel Lamata, director de «Los Futbolísimos» parafraseando a Lawrence Kasdan en «Reencuentro» (1983). La película, basada en la exitosa saga literaria con la que comparte nombre, recuerda al espectador la importancia de la amistad a través del deporte. Esta pandilla de nueve amigos tendrán que resolver «El misterio de los árbitros dormidos», mientras lucha con todas sus fuerzas para que su equipo, el Soto Alto, no desaparezca.

Para hacer esta tarea más fácil aparece Helena, a quien interpreta Milene Mayer. «Me encanta ser la salvadora. Siempre he tenido espíritu de líder», confiesa la actriz ante la mirada atenta de su compañero «Pakete» , al que da vida Julio Bohigas. Cualquiera, niño o adulto, llevaría mal que ese fuera su apodo. Sin embargo, ni Julio Bohiigas ni su personaje «sufren por ello». «Soy igual de malo que él jugando al fútbol, pero me lo paso genial», confiesa el joven actor. «Lo importante no es si falla o no cinco penaltiles seguidos. Lo que importa es que sus amigos le siguen apoyando y le piden que tire el penalti para que lo marque de una vez», asegura.

Deportividad, lealtad o superación son algunos de los valores que «Los Futbolísimos» trata de inculcar (o recordar) a cualquier espectador que se pase por una sala de cine a disfrutarla. Pero también destaca lo importante que es superarse a uno mismo, y eso se lo han aplicado sus personajes. «Tengo miedo a las alturas. Con eso, ponerte a trepar árboles, casas, tirarte de tejados... Pues un poquito de miedo si te da», confiesa Bohiga. «Gracias a Dios, su precedente en escenas de acción ha sido siempre Bruce Willis , y por eso Julio siempre ha querido hacer sus propias escenas de acción», matiza Lamata.

Los pequeños del reparto, encabezados por Bohigas y Mayer, han conseguido una nueva pandilla de amigos gracias a «Los Futbolísimos». «Los nueve protagonistas de los libros tienen una cohesión y una amistad inquebrantable, pero luego los actores que los han interpretado en la vida real han formado un grupo de amigos que es todavía más fuerte incluso. Se marchan de vacaciones juntos los nueve con sus dieciocho padres. Se han convertido un poco en una secta... Eso me viene muy bien de cara a la segunda parte», bromea el director ante la risa de sus pupilos. Mientras, la parte adulta del reparto empieza a pensar como fardar de su último trabajo. «Voy a ir a recoger a mis hijos al cole para sentirme toda una estrella», bromeaba Antonio Pagudo. Lo peculiar es que justo en la sala de enfrente, y sin escucharse el uno al otro, Joaquín Reyes repetía instantes después la misma broma.