El caso que ha roto el silencio de los abusos en el cine español
La detención del productor Javier Pérez Santana tras los premios Feroz desata una cascada de denuncias públicas
En España, a diferencia de EE.UU., cuando estalló el MeToo en 2017 nadie publicó el nombre de los acosadores
Jedet, víctima de una de las agresiones sexuales en la fiesta de los Feroz
«El secreto mejor guardado del cine español es el nombre de nuestros acosadores sexuales». La frase la lanzó en 2018 el cómico Julián López en el escenario de los premios Feroz. Fue el silencio incómodo de la noche. Por entonces, el tsunami del MeToo en Estados Unidos apenas era una pequeña ola dentro del cine español, donde nadie denunció públicamente y con la vehemencia de Estados Unidos el nombre de los productores y directores que abusaron de actores y actrices. Pero el silencio no hacía desaparecer los casos, solo los acallaba. Maru Valdivielso lo expuso en ABC , y achacó la mudez sobre el tema no a la falta de valentía sino al sentimiento de culpabilidad: «La sociedad es ahora más receptiva, pero debería haber estado atenta y habernos escuchado», dijo en 2017 en estas páginas. Otras intérpretes como Maribel Verdú, Leticia Dolera, Carmen Hidalgo o Ángela Molina, entre tantas, sí relataron episodios de acoso, amenazas y coacciones por parte de importantes productores o directores, pero sin concretar nombres ni llevarlos al juzgado. Hasta la madrugada del domingo, cuando Jedet denunció a Javier Pérez Santana , productor del documental ‘Mi vacío y yo’ , por tocamientos indeseados durante la fiesta posterior a los premios, celebrada en Zaragoza. Cinco años después, lo que fue una broma durante la gala de los Feroz se convirtió en un mal agüero en la celebración de los mismos galardones.
La actriz Jedet, conocida por su papel en la serie ‘Veneno’ , denunció al productor, socio de Testamento, detenido entre las cuatro y las seis de la madrugada, por tocarle los pechos y besarla sin su consentimiento. Según pudo saber ABC, Pérez Santana, de 55 años, estuvo doce horas en el calabozo y pasó a disposición judicial. El productor, cuya película sobre una persona con disforia de género, ‘Mi vacío y yo’, fue galardonada en los Feroz con el premio Arrebato de no ficción, salió de los juzgados en torno a las 21.00 del domingo, después de haber prestado declaración, acompañado por su abogado y cubriéndose la cabeza con una chaqueta. Ha quedado en libertad con cargos.
No fue la única denuncia que se formalizó durante la fiesta posterior a los Feroz . No se han filtrado los nombres de los implicados, pero hay otro hombre denunciado por acoso. Se trata de un director cuya película estaba también nominada. Según fuentes consultadas por este periódico, será llamado a declarar, aunque es probable que ni siquiera sepa que está denunciado.
Igual que sucedió en el MeToo , las denuncias, en este caso a través de redes sociales, se multiplicaron en cuanto trascendió la agresión sexual de Pérez Santana durante la fiesta. Más asistentes a los galardones celebrados en el Espacio Ebro de Zaragoza se quejaron del comportamiento del productor que, según apuntó ‘El Mundo’, «iba ya como Las Grecas» durante la gala. Uno de ellos fue Marc Ferrer , que reveló como habitual la conducta de Pérez Santana, colaborador del fallecido Augustí Villaronga en la película ‘El vientre y el mar’. «He coincidido un par de veces con Javier Pérez Santana en ambientes festivos relacionados con la industria del cine. Las dos veces se puso muy pesado con que quería follar conmigo, y a pesar de que yo no quería él insistía. Cuando nos vimos en los Feroz volvió a ponerse pesado. Quería hacer un trío conmigo y con mi novio y se enfadó con nosotros y me enfadé yo con él. Fue desagradable e incómodo y ya me distancié de esa persona», aseguró el director de ‘¡Corten!’, que, sin embargo, afirma en Instagram no haberse sentido «agredido sexualmente» durante ninguno de estos incidentes. «Si lo he contado es porque no me siento cómodo callándome y creo que es importante que esto trascienda, porque todos sabemos en qué mundo vivimos. Y como se dijo en la gala de los Feroz, el secreto mejor guardado de la industria del cine español son sus acosadores. Pero aquí nadie habla».
Más intentos
Ahora sí lo han hecho, porque los abusos de Pérez Santana en los Feroz no fueron un caso aislado. El director David Moragas , en declaraciones a ‘El País’, reveló cómo el productor se propasó con él en una discoteca de Barcelona tras los últimos premios Gaudí. «Intentó besarme en dos ocasiones, agarrándome de la cabeza con fuerza, estando yo completamente desprevenido». El crítico de televisión Bob Pop también aseguró en una entrevista en la ‘Ser’ haber sufrido el acoso de Pérez Santana, que recordó después de ver «la foto del acusado». «Vino tres veces a comerme la boca, mientras yo intentaba esquivarle como podía», contó el creador de la serie ‘Maricón perdido’ sobre la insistencia de Pérez Santana.
En la misma línea que Bob Pop, la actriz Bibiana Fernández no acusó directamente al productor detenido pero sí dijo que alguien le dio «un pico» sin un consentimiento explícito. «Hubo como un segundo intento que me pareció que iba un poco más allá, pero no sé si es el mismo hombre (por Pérez Santana)».
Por su parte, la secretaria de Unión de Actores y Actrices, Silvia de Pé , reconoció que sufrió acoso sexual durante su trayectoria y lamentó que existieran personas «que no saben dónde está el límite». «Hablando con compañeras me he dado cuenta que, desgraciadamente, es muy poca la gente que conozco a la que no le he pasado nada. Esto levanta ampollas. No se puede permitir porque estás en un ambiente distendido y hay gente que no sabe dónde está el límite», confesó en declaraciones a Europa Press en las que también admitió que estuvo en la fiesta pero no vio ni escuchó nada.
También estuvo en la gala la nominada Alauda Ruiz de Azúa, directora de ‘Cinco lobitos’, que celebró que este asunto por fin se esté tratando «con la seriedad, respeto y rigor» que se merece. Melanie Olivares lamentó que la denuncia contra estos «dos seres despreciables» empañara la celebración del cine español, si bien ha servido para romper años de silencio de un mal endémico que hasta ahora había permanecido encubierto.
