La Berlinale anuncia hoy su palmarés sin género

Ya no habrá un premio para el mejor actor y otro para la mejor actriz. El festival reformatea su palmarés y retira el género de sus galardones, dejando un Oso de plata a la mejor interpretación y un Oso de plata al mejor personaje secundario

Mariette Rissenbeek, una de las directoras de la Berlinale ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ya no habrá un premio para el mejor actor y otro para la mejor actriz. La Berlinale reformatea su palmarés y retira el género de sus galardones, dejando un Oso de plata a la mejor interpretación y un Oso de plata al mejor personaje secundario . Mariette Rissenbeek, codirectora del festival, ha explicado que «creemos que podemos hacer que los debates sobre igualdad avancen (…) y tomamos en cuenta también a las personas que no quieren que se les asigne género alguno».

En esta Berlinale descafeinada y virtual, que no pasará a la historia por este gesto, sino por la pandemia que todo lo ocupa, cualquier novedad es bienvenida por los titulares y los participantes en el certamen, como no podía ser de otra manera, también han dedicado buenas palabras a la iniciativa. La directora libanesa Joana Hadjithomas ha dicho que «es un acto simbólico fuerte, un actor es un actor, no es el género lo que lo determina sino su valía», mientras que su homólogo japonés, Rysuke Hamaguchi , ha apuntado que los nuevos galardones «definen mejor la esencia del cine».

La iniciativa, sin embargo, ha recibido comentarios críticos como el de la historiadora Geneviére Scellier , que advierte que «el invierno está empedrado de buenas intenciones» y que «el problema de fondo es que los papeles masculinos son más interesantes, están más presentes en la pantalla y son mejor pagados, de manera que los actores pueden mostrar más fácilmente su talento que las actrices». Scellier cree que se trata fundamentalmente de un «gesto de corrección política» . «En primer lugar hay que defender la visibilidad de las mujeres en el cine y alcanzar la igualdad en las retribuciones, solo entonces podremos hablar de introducir premios sin género», se ha quejado por su parte la agente Chun Mei Tan.

Predicciones inciertas

Respecto a las predicciones sobre los nombres que ocuparán ese palmarés sin género, nunca fueron tan inciertas. En una edición sin público y con un jurado compuesto por seis directores galardonados y que se caracterizan por no atenerse a convenciones, nadie se atreve a hacer apuestas. Según la quiniela de la revista 'Screen', elaborada por la crítica, la cabecera se la disputan la alemana 'Herr Bachmann und seine Klasse', un documental de Maria Speth sobre un esforzado maestro de provincias, e 'Introduction', del surcoreano Hong Sang-soo.

Lo que sí conocemos ya es el ganador de la sección de cortometrajes 'Berlinale Shorts' . Nanu Tudor ( Mi tío Tudor) es un potente relato autobiográfico de la cineasta moldava Olga Lucovnicova , directora y voz protagonista de este corto documental de 20 minutos en conversación con los miembros de su familia. Su madre, algunas tías y el tío Tudor, de quien Olga fue víctima con solo nueve años de abuso infantil mediante acercamientos sexuales. Su trabajo documental ha sido calificado como un viaje poético en la búsqueda de respuestas ante un pasado doloroso veinte años atrás. Los datos con que Olga Lucovnicova cierra su trabajo documental son de una crudeza difícil de digerir. Uno de cada cinco niños es víctima de abuso antes de los 18 años, 90 por ciento de las víctimas conocen a los abusadores, 70 por ciento de los menores no se atreve a contar sobre esos abusos hasta que son adultos y algunos nunca logran hablar sobre esa experiencia cargando con este trauma por el resto de su vida.

También sabemos ya que, en la sección Generation, la cinta argentina 'Una escuela en Cerro Hueso' , de Betania Cappato, ha recibido una mención especial del jurado internacional. «Con una visión cinematográfica hermosa, conmovedora y fuerte, el espectador es invitado a un viaje hipnótico y espiritual. Una película íntima y personal que deja y crea espacio, que busca similitudes y no diferencias, que mira de forma abierta al mundo y dibuja así un panorama delicado y esperanzador de solidaridad», ha argumentado el jurado.

Sin alfombra roja ni maratones de entrevistas , esta Berlinale, por lo demás, nos ha devuelto de alguna forma a la esencia de la experiencia cinematográfica, más relacionada con la intimidad de la sala oscura y la relación directa con una película, sin intermediarios mediáticos ni espectáculos de entregas de premios. A la espera del segundo vuelco de la edición, que tras estos secos y desiertos cinco días volverá en junio para reencontrarse con el público. Aunque será sin duda también diferente. Nunca antes los espectadores habían acudido a los cines sabiendo ya quiénes son los ganadores, un 'imput' que influirá seguramente en su apreciación de las cintas y que desplaza a la público del punto central de la espiral de cultura de la Berlinale.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación