Crítica de «Regreso a Hope Gap»: Matrimonio frente al acantilado

«Y aunque es un melodrama de pareja, se sustenta narrativamente en un triángulo, el matrimonio con varias décadas de planificada convivencia y el hijo ya adulto como punto equidistante del conflicto y como memoria»

Fotograma de «Regreso a Hope Gap»
Oti Rodríguez Marchante

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Como buen melodrama sobre la pareja adulta tiene su masa madre en los diálogos, la reflexión de sus personajes y la interpretación emocionante de sus actores. Y aunque es un melodrama de pareja, se sustenta narrativamente en un triángulo, el matrimonio con varias décadas de planificada convivencia y el hijo ya adulto como punto equidistante del conflicto y como memoria (su voz en off sobre «su» pasado con ellos forma parte de la calidad nostálgica del tejido de la trama) del paisaje familiar. El guionista y director, William Nicholson, acomoda su relato (que era una pieza teatral suya) de un matrimonio terminal en un magnífico fondo ambientado en un pueblo costero, Seaford, el océano gris y un impresionante acantilado, y deja que la geografía se inmiscuya en la historia.

La descripción de ese matrimonio en su día a día, en su año a año, la influencia del uno en el otro, en sus deseos y frustraciones, la implacable presencia de sus rutinas y el golpe seco, inapelable, de su ruptura y divorcio son manejados por la película con gran y diversas sensibilidades, y con enorme destreza emocional de sus gigantescos actores, Annette Bening y Bill Nighy , que preñan su exterior con elegancia y su interior con mimo intelectual y moral…, hasta el punto de que colocan al espectador en un lugar cercano al del hijo en su equidistancia y en la comprensión de sentimientos comunes, pero no vulgares, como la felicidad, la infelicidad, el vértigo, la soledad, la separación de lo que te «pertenece» y su compleja delimitación de lo que «pertenece» al otro.

La ambientación, el ritmo y el sentimentalismo son los adecuados para posibilitar una buena digestión de toda esa masa madre, para entender las relaciones, las causas y los efectos; tiene, digamos, un horneado lento pero nutritivo y atractivo . Y desde luego, la interpretación de ellos (y se incluye al hijo, Josh O’Connor,) está llena de todos esos ingredientes que tanto sabor le dan a la pantalla y sinsabor a la vida.

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Regreso a Hope Gap

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