Crítica de 'Mira cómo corren': Cómo buscarle las vueltas a Agatha Christie
Una película divertida, ligera y que viene a demostrar que aún se pueden hacer ‘cosas’ con Agatha Christie sin ponerle un bigote postizo al actor que encarna a Poirot
Esperanzador, entretenido y muy recomendable estreno en el largometraje del director Tom George , que le da una revuelta al sobado ‘whodonit’ (el ¿quién lo hizo? al estilo Agatha Christie ) metiendo uno nuevo, como un polizón, en una de las piezas más características del género, ‘La ratonera’.
La célebre obra de Agatha Christie cumple sus primeras cien funciones teatrales y durante la celebración muere asesinado Leo Kopernick (Adrien Brody), el director que iba a hacer la versión cinematográfica, y entran en escena (en una especie de rotura de la cuarta pared) el inspector Stoppard (Sam Rockwell) y la agente Stalker (Saoirse Ronan) para resolver el crimen.
Ficha completa
Mira cómo corren
Lo singular de ‘Mira cómo corren’ está en la elección del tono y buen humor (es decir, humor bueno) de la propuesta de Tom George, que organiza una perfecta ambientación de época, principio de los cincuenta, que es cuando se estrenó la obra, y deja las riendas en manos de un trío de actores que se divierten tanto como el espectador dentro de sus personajes: el muerto y parlanchín (voz en 'off') Adrien Brody, el desastroso pero eficaz Sam Rockwell y la inexperta, íntegra hasta el ridículo y graciosa al máximo Saoirse Ronan. La pareja policial que forman es, con mucho, lo mejor de esta historia construida sin grandes pretensiones pero con mucho encanto y originalidad al meterle guiño y trasteo a una fórmula habitual. En fin, una película divertida, ligera y que viene a demostrar que aún se pueden hacer ‘cosas’ con Agatha Christie sin ponerle un bigote postizo al actor que encarna a Poirot.
