Crítica de 'El brindis': Divertido retrato de cena en familia
Podría calificarse esta película dirigida por Laurent Tirard como ‘una comedia inteligente’, y lo de francesa casi sobra
Podría calificarse esta película dirigida por Laurent Tirard como ‘una comedia inteligente’, y lo de francesa casi sobra; se trata de aprovechar una situación y un escenario único, una cena familiar en la que la hermana y el cuñado del protagonista le piden que haga el discurso en su inminente boda. La cámara apenas sale de la cabeza del personaje, un tipo neurótico, lleno de manías y limitaciones y que nos irá contando (visualizadas, comentadas) su relación con el mundo, con el amor y con esos personajes de enfrente, padres, hermana y cuñado, lo cual va describiendo llenas del fragor de su cabeza y de un sentido del humor diluido en maldad.
Ficha completa
El brindis
El propio guion de Tirard, que proviene de una obra de un dibujante de cómic francés ( Fabrian Caro ), le saca partido a situaciones inevitablemente cómicas, como los ‘momentos cuñado’ o a las frases maternales del tipo ‘hoy también vienes sin pareja’, y el plano aprovecha las enormes cualidades del rostro del actor Benjamin Lavernhe para que la timidez, la cortedad, la exageración y la gracia irónica expresen al tiempo lo ridículo de esas situaciones. No le cuesta excesivo trabajo al actor mantener al público cerca de sus opiniones y visiones sobre la estupidez, o cosa parecida, tan sutilmente incrustada en el paisaje general.
Quizá le pesa algo a la película ese hecho aparente de no progresar, de limitarse a una cuestión y a un escenario principales, pero ahí está ‘lo inteligente’ de esta comedia que se resuelve con un monólogo ingenioso, con unos diálogos bien afilados (y también romos con gracia) y con unas buenas interpretación de los cargantes clichés familiares.