Crítica de 'El Test': El peligroso dilema del pájaro en mano
El punto de fricción de la película es absurdo, pero revelador de la personalidad de cada uno: ¿qué prefieres, cien mil euros ya, o un millón dentro de diez años?
Adaptación de la obra teatral de Jordi Vallejo , quien firma también el guion, y agradable y lujosa puesta en escena (de cine) de Dani de la Orden , quien también estrena esta semana '42 segundos', con la que, sin tener nada que ver, comparte un profundo escaneo a los interiores del ser humano . El punto de fricción de 'El test' es absurdo, pero revelador de la personalidad de cada uno: ¿qué prefieres, cien mil euros ya, o un millón dentro de diez años?... , y sobre esta cuestión, y en tono de maliciosa comedia, se revelan, y también se rebelan, las dudas, secretos, sueños, confesiones y frustraciones del individuo, la pareja, el trío, el cuarteto y demás. Hay cuatro personajes principales , un matrimonio pobretón que duda, un amigo ricachón que hace dudar y su novia, la psicóloga a tiempo completo e inventora del test delator; además de otros dos circunstanciales, pero que tienen su juego al estar interpretados por el veterano Resines y esa niña que llena el plano y la secuencia que es Luna Fulgencio .
El argumento engancha porque consigue que el espectador muerda el anzuelo (se pasa la película en la rumia de si aceptaría el dinero fácil ahora o tendría la paciencia para lograr diez veces más), y funciona porque el cuarteto de actores, Miren Ibarguren, Blanca Suárez, Carlos Santos y Alberto San Juan, defienden sus personajes sumamente dramáticos con un sentido fabuloso de la comedia, con enorme gracia en la desgracia y con una chispa en el gesto y en la frase que arranca las risas y a veces incluso la carcajada. En cierto modo, los cuatro personajes son, en su humanidad, tan pelmazos como canallitas, pero sus actores consiguen ponerlos a tu lado y compartir con ellos sus recelos, necesidades y sus enredos con el dinero, el amor, la amistad, la fidelidad y el compromiso.
'El test' habla claro de nosotros y nuestro mundo, de la inflación de principios, de la religión ecologista, de la horterada del lujo…, pero no tiene tanta claridad en la puntuación de su mensaje y en dónde pone el acento, si en el dinero, en el amor, en las prisas o en la paciencia. Lo más evidente es que 'El test' es película para disfrutarla ahora , y no dentro de diez años.
