Crítica de 'Ramona': Ilusionante por el debut y por el regreso

La debutante Andrea Bagney recupera a Lourdes Hernández (Russian Red), un gran talento que había huido de la vida pública

Lourdes Hernández, actriz con futuro Filmin
Federico Marín Bellón

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Hay películas a las que uno se acerca de puntillas. 'Ramona' es una propuesta modesta, rodada en 16 milímetros y en blanco y negro, que se nos vende como una comedia aunque solo aspira a hacernos sonreír. Lourdes Hernández , más conocida en su faceta musical como Russian Red , da vida a la chica del título, una joven que se acaba de mudar a Madrid con su novio y que quiere ser actriz. El día antes de una prueba conoce a un tipo extraño en un bar, un hombre raro y simpático, además de enamoradizo.

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'Ramona'

Autobiográfica o no, un detalle con el que coquetea el guion de la también directora Andrea Bagney , la historia, así contada, daba para un corto resultón. Y no es que la película dure mucho, apenas 80 minutos, pero la debutante cineasta sabe llenarlos con menos medios que imaginación y buen gusto.

Y si a 'Ramona' se entra sin hacer ruido, con las expectativas amortiguadas, se sale también en silencio, pero casi henchido de algo parecido a la satisfacción. Para empezar, Hernández aúna fotogenia, naturalidad y chispa . No es solo una voz hermosa acostumbrada a moverse bajo los focos.

El guion también da muestras de ingenio, dentro de una construcción básica pero resistente. Y los dos protagonistas masculinos, apenas hay más actores en toda la película, acompañan bien a la musa. Bruno Lastra incluso tiene momentos para lucirse. Cae bien, no solo gracias a su locura de amor.

Cine dentro del cine

No es tarde para decir que 'Ramona' es también una muestra de cine dentro del cine, un género que admite superproducciones y títulos tan modestos como este, y que solo perdona la falta de amor al arte de contar historias con una cámara. No es el caso. Quienes compartan su pasión encontrarán no pocas referencias.

La película, más allá de su propio valor, nos proporciona esperanzas sobre la carrera de Lourdes Hernández, que vivía en Los Ángeles, apartada y decepcionada de la industria musical. Parece que ahora prepara una miniserie con la directora. Solo por recuperar un talento así ya ha merecido la pena esta aventura 'indie', que no desentona con las composiciones más personales de Russian Red.

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