Crítica de 'Rabiye Kurnaz contra George W. Bush': Laberinto legal a este lado de Guantánamo
Ni es nuevo en el cine ‘el asunto Guantánamo’ y mucho menos ‘el asunto madre coraje’, pero el director encuentra novedad en esa mujer pasada de kilos y de vehemencia
El lugar donde instala su mirada el director alemán Andreas Dresen es lo que le da una consistencia especial a esta historia, basada en hechos reales y que contiene un gigantesco drama en su interior, pero es el punto de vista del director el que permite reconstruirla con un tono cercano a la comedia. El punto de vista del director y la personalidad de su actriz principal, Meltem Kaptan .
Ficha completa
Un joven turco que vive en Bremen entra en la lista de sospechosos, justo después de los atentados terroristas del 11-S, y es capturado y llevado a la cárcel de Guantánamo, donde pierde sus derechos civiles y permanece sin posible contacto con su familia o posibilidades de defensa legal. También pierde contacto con la película, pues Andreas Dresen concentra su punto de vista en la madre de ese joven y el viaje kafkiano que emprende, junto a un abogado entusiasta, por el laberinto funcionarial, diplomático y legal para devolverlo a casa, o que al menos sea acusado y juzgado por algo.
Ni es nuevo en el cine ‘el asunto Guantánamo’ y mucho menos ‘el asunto madre coraje’, pero el director encuentra novedad en esa mujer pasada de kilos y de vehemencia, que endulza su drama con el mismo arte que su pastel de manzana y que va de aquí para allá como la ganadora de un concurso de Master chef; y desde luego, el hallazgo de esa actriz, Meltem Kaptan, merece la compañía y disfrute de ese viaje. El trabajo de Dresen es muy permeable al frescor y naturalismo de esa familia turcoalemana, y también al ambiente social y político que se maneja en el bufete de abogados, con lo que construye una película simpática y entrañable sobre un turbio estercolero.