Crítica de 'Missing': Intriga y elogio del buscador de internet
Lo mejor es no procesar la enormidad de giros y posibilidades, sino disfrutar con ellos
Aunque no es del todo original (tiene su precedente en 'Searching' , de Aneesh Chaganty), la propuesta de los directores resulta interesante y entretenida: se trata de contar una historia de género, de secuestros y de persecuciones sin salir nunca de una pantalla de ordenador o de teléfono móvil; es decir, un argumento que no tiene contacto visual con la vida real sino que se desarrolla mediante capturas de diversas pantallas. Y lo peculiar consiste en que al espectador se le permite olvidar esa circunstancia porque la trama, aunque tampoco sea especialmente innovadora, tiene la potencia de imponerse al recurso narrativo de suplantar la pantalla grande por la diversidad de las pequeñas.
Como advierte el título, se trata de una desaparición (la de una madre) y el consiguiente rastreo de su paradero por parte de su hija es lo que compone el desarrollo argumental. La tecnología es, pues, la auténtica protagonista de esta historia, y también las infinitas posibilidades de 'conocimiento' que está al alcance de cualquiera que se maneje en el buceo por la Red. El ritmo es vertiginoso y, en cierto modo, produce un vértigo añadido: nada ni nadie se escapa del ‘ojo ilocalizable pero omniscente’ de la información virtual, que alberga nuestro ADN social al completo y cada uno de nuestros pasos y (¡ufff!) deseos y pensamientos.
Ficha completa
Missing
Nicholas D. Johnson y Will Merrick , los directores, dosifican bien la doble intriga que propone la película, encontrar a la madre (y el novio) desaparecidos y esa especie de tutorial de dónde buscar y cómo entrar, muy entretenidas ambas si uno no se desespera ante la impotencia de asimilar la cantidad de información que recibe al respecto. Lo mejor es no procesar la enormidad de giros y posibilidades, sino disfrutar con ellos.