Crítica de 'Un lío inesperado': El globo pinchado de una familia feliz
Una comedia francesa con situaciones espinosas, cochambrosas y, algunas, muy divertidas de palabra y acto
El título original de esta comedia francesa es ' Tout nous sourit (Todo nos sonríe)', que es exactamente lo que le ocurría hasta que comienza la película al matrimonio de Audrey y Jérôme, ya maduro y triunfador, con tres hijos y una estabilidad emocional que no vemos, porque, en efecto, el título de 'Un lío inesperado' es lo que va a construir el argumento que sí vemos. Podría ser un drama, pues el conflicto que se origina bien lo merece ; pero no, hay que agradecerle a la directora, Melissa Drigeard, que se decante por un tono ligero para contar una vieja y manida historia: ella tiene un amante, él tiene una jovencita y los hijos ya están en la edad de ser insoportables.
Hay una gran escena de comedia de enredo justo al principio, que no por muy vista deja de tener su maldita gracia: todos tienen una gran excusa para 'desaparecer' ese fin de semana, y tontamente coinciden, sin preverlo, en una casa de campo de los padres de ella, Audrey ( Elsa Zylberstein ), con su amante; Jérôme ( Stéphane De Groodt ), con su jovencita, y los hijos con su arsenal de pastillas para correrse una juerga…, además de los abuelos. En fin, es el punto de partida para unas situaciones espinosas, cochambrosas y, algunas, muy divertidas de palabra y acto. No tiene, afortunadamente, ni demasiada malicia ni demasiada moralina, y le permite disfrutar a uno con las cosas del 'pizzero' (el amante de ella), con las lucubraciones de la abuela o la cara de Jérôme, que es una versión con morro francés de Gene Hackman en pringado.
Y hay una soberbia escena hacia el final, a propósito de la afición a la poesía del abuelo, y esa sí llena de malicia e intención, además de emoción, y que le da una manita de profundidad a todo el conjunto para ser a lgo más que solo divertido .
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