Crítica de 'Los hijos de otros': Amor, maternidad y biología

Rebecca Zlotowski no propone grandes vuelcos en su guion, sino que deja que el relato se escurra suavemente y siempre atento al punto de vista de la mujer

Rebecca Zlotowski, directora de 'Los hijos de otros': «La terapia personal nunca funciona en el cine»

Fotograma de 'Los hijos de los otros' George Lechaptois
Oti Rodríguez Marchante

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No es preciso estrujar mucho al ser humano para encontrar ahí materiales útiles para el melodrama, y el deseo de ser madre es un buen motor para contar una historia en esa clave. Es lo que hace la guionista y directora Rebecca Zlotowski , y al parecer con material biográfico propio y de Jacques Audiard . Encuentra al personaje adecuado, una mujer de cuarenta años y atenta al minutero biológico, maestra en una escuela de secundaria y enamorada de un hombre con una hija pequeña de un matrimonio anterior y algo esquivo a nuevas paternidades. La película se centra casi por completo en la mujer, en su casi satisfactoria vida laboral y sentimental, pero husmea en esa carencia vital que se ve amplificada por sus progresos afectivos con la pequeña Leila, la hija de su pareja.

Rebecca Zlotowski no propone grandes vuelcos en su guion, sino que deja que el relato se escurra suavemente y siempre atento al punto de vista de la mujer, a su enamoramiento, entrega, compromiso y solidaridad incluso cuando detecta su inseguridad e incomodidad en ese espacio familiar (él, exmujer e hija) al que no pertenece. Lo diminuto y modesto de la ‘acción’ se ve agrandado por la actriz, Virginie Efira, que entiende perfectamente al personaje, y entiende igualmente el tono y la sensibilidad con los que debe acercárselo al espectador. Todo en ella es inteligible, humano, como lo son también las necesidades de su pareja (Roschdy Zem), de otra índole pero igualmente humanas.

Ficha completa

Si bien ‘Los hijos de los otros’ no descubre el mundo y sus habitantes, sí permite el acceso a circunstancias y motivaciones que sus personajes (y actores) humedecen con gusto y emoción para que traspasen un poquito más adentro de la piel.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación