Crítica de 'Ellas hablan': Mujeres agredidas: aguantar, luchar o irse

La película expone su alegato, argumenta con sensatez y pasión, muestra heridas y dudas y se ubica razonablemente en el lado bueno del mundo

Imagen de 'Ellas hablan'
Oti Rodríguez Marchante

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay tres elementos esenciales en esta película : lo textual, que procede de la novela de Miriam Towers , protagonista de aquella inmensa película de Carlos Reygadas, ‘Luz silenciosa’, ambientada (como la vida de la autora) en una comunidad de menonitas; lo visual, que la directora, Sarah Polley , organiza con gusto estético, ojo austero y la potencia de la elipsis, de ese fuera de campo más allá del granero en el que ocurre gran parte del argumento, y finalmente lo actoral, pues tanto el texto como la planificación corta deja en boca de sus actrices, todas magníficas, el peso de la historia. Y es chocante, en este sentido, el poco gancho de Frances McDormand en un personaje muy escaqueado del centro.

Ficha completa

Ellas hablan

Ellas hablan

El argumento se sitúa en una colonia religiosa y aislada, en la que un grupo de mujeres discuten sus posibles actuaciones al comprender la continua y taimada agresión sexual que sufren por parte de los hombres de la comunidad, tanto madres como hijas, narcotizadas con nocturnidad y presas de temores divinos y humanos. Obviamente, el lugar donde se sitúa el punto de vista es el de la mujer frente al lacerante patriarcado; de hecho, se elude la presencia del hombre (salvo el personaje de Ben Whishaw , testigo y notario que levanta acta de la dramática reunión), siempre allá, invisible, amenazante, peligroso, violento, ruin…

La película transcurre entre las dudas de actuación, si no hacer nada, si luchar o si irse de allí, y transcurre durante todo su metraje, con lo que podría decirse que, en realidad, no transcurre, discurre: expone su alegato, argumenta con sensatez y pasión, muestra heridas y dudas y se ubica razonablemente en el lado bueno del mundo, incluso propone alguna idea, tal vez superada ya por las celeridad actual, sobre la ambigüedad del ‘consentimiento’. Película interesante y que, lamentablemente, está basada en hechos reales.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación