Nueve series, un documental y una película para ver esta Semana Santa

Besos al aire (Disney+). Producida por Alea Media ('Patria') y Mediaset España, se trata de la primera serie española estrenada en Disney+ y quizás la primera sobre la pandemia que merezca la pena (80 minutos, el primer episodio). El material es inflamable, pero el director Iñaki Mercero y el guionista Darío Madrona ('Élite') nunca se pasan de profundos o de superficiales. Ayuda que el envase sea una comedia romántica al estilo 'Love Actually' con varias historias entre lo matrimonial y lo carnal, entre lo personal y lo profesional. Paco León ejerce de 'hilo rojo' como un enfermero romanticón que se enamora de una médica (Leonor Watling). Curioso cruce con la serie 'Madres', de la misma productora y cadena. El segundo y último episodio se estrena este viernes 2 de abril. City on a Hill 2 (Movistar+). 'City on a Hill', cuya segunda temporada se acaba de estrenar en Movistar Series, pecó de ambiciosa en su primera temporada, también disponible en Movistar+. Que le quitan lo contao. El primer episodio de la nueva temporada demuestra que los ingredientes eran los correctos; no las medidas. Continúa el duelo interpretativo de Kevin Bacon y Aldis Hodge como un policía blanco corrupto y un fiscal negro íntegro en el Boston (Estados Unidos) de los años noventa. Se presenta un nuevo caso, más enraizado en lo racial, pero colea el anterior. Collective (HBO España). La primera vez que Rumanía logra la nominación al Oscar como mejor película internacional y es con un documental, 'Collective', que destapa las vergüenzas de su propio país. El documental de Alexander Nanau, rumano de nacimiento y alemán de formación, es sorprendentemente una historia sobre Periodismo al grabar a un grupo de redactores de un periódico deportivo que investiga por qué en los hospitales está muriendo más gente de lo debido tras el incendio de una discoteca. Es de esos títulos a los que les queda pequeña la expresión «la realidad supera a la ficción». Tiene escenas desagradables y un final doloroso. El Internado: Las Cumbres (Amazon Prime Video). A esta nueva versión de 'El Internado' le pesa el precedente y la 'libertad' que ofrece una plataforma. Sin minutos que rellenar, ni necesidad de representar a toda la población, 'Las Cumbres' es más directa y siniestra que 'Laguna Negra'. Ahora, con tanta serie, es una más sobre adolescentes investigando un misterio en un entorno paranormal. Muy pocos intérpretes están a la altura de la anterior; Asia Ortega sobresale. Habrá segunda temporada en 2022. Estoy Vivo 4 (RTVE.es/Amazon Prime Video). Ha tardado más de lo acostumbrado, pero TVE ya está emitiendo la cuarta temporada de 'Estoy vivo'. A estas alturas, la premisa de la serie –un policía resucita en el cuerpo de otro, pero no puede contárselo a su familia– es un recuerdo tontorrón. Con la marcha de Anna Castillo –como hija de ese policía– los guionistas han recurrido de nuevo a un salto temporal y un incidente sobrenatural para revolucionar las tramas y a los personajes. A pesar de las maldades que ocurran, continúa siendo una serie optimista y esperanzadora. Hierro 2 (Movistar+). Ni mejor, ni peor: la segunda y última temporada de 'Hierro' es igual de buena y disfrutable que la primera. Quizás sea más solida y regular gracias a lo aprendido y a la reducción de episodios (de 8 a 6). Ya no hay tantas sorpresas, pero tampoco son necesarias para armar un 'thriller' más emocional y 'familiar' con Candela Peña y Darío Grandinetti como jueza y caco. Esta secuela no empieza con un cadaver, pero remata el caso anterior y presenta uno nuevo. La Caza. Tramuntana (RTVE.es). A Televisión Española le gusta tener siempre en cartera un 'thriller' y el último ha sido la secuela de 'La Caza. Monteperdido'. El hilo del que tiran sus guionistas es el romance entre sus dos policías, interpretados por Megan Montaner y Alain Hernández, y el pasado de ella en Mallorca, donde transcurre el nuevo caso. El nuevo misterio no es tan potente ni tan emocional y la temporada va de más a menos, pero está bien rematada y cuenta con Llum Barrera como 'robaescenas'. Mejor que 'Néboa'. La cocinera de Castamar (Atresplayer Premium). 'La cocinera de Castamar', adaptación de la novela homónima, es lo mejor que ha hecho últimamente Atresmedia tras 'Perdida' y 'Veneno'. Podría ser más ñoña e inventiva de lo que es, pero este folletín de época tiene un toque picantón y un atípico movimiento de cámara que hace el visionado más entretenido. Hay un buen equilibrio de historias de arriba y abajo, de amores y venganzas, con una dulce Michelle Jenner y un pérfido Hugo Silva. Por los pasillos también ronda Mónica López ('Antidisturbios', 'Hierro') sin su acento canario como rígida ama de llaves. Con amor, Víctor (Disney+). Disney sale del armario con su primera serie protagonizada por un adolescente que, a pesar de las dudas sobre su orientación sexual, se echa novia. Hacer y deshacer el malentendido es el 'quid' de la primera temporada (la segunda, a partir de junio). Pero lo mejor de esta ficción, derivada de la película 'Con amor, Simón' (2018), es la familia católica y latina de él y su nuevo grupo de amigos. Porque salir del armario es difícil para el protagonista, pero todos los personajes tienen sus 'vergüenzas'. Pennyworth 2 (Starzplay). Experimento raro el de 'Pennyworth', serie de espías y de época que utiliza a la familia de Batman para hablar de los horrores y los amores en tiempos de guerra. En esta secuela, el trío protagonista –los padres y el mayordomo del hombre murciélago– está cada uno a lo suyo, así que lo más interesante es lo que pasa en el bando de los villanos sin superpoder, cuya maldad terrenal es conquistar Londres por las malas o por las peores. Hay guiños al cómic de DC, pero no hace falta sabérselo para disfrutarla. Raya y el último dragón (Disney+ y cines). Esta, y no 'Soul', la disfrutarán igual o más los padres que los niños. No inventa la rueda, pero esta historia sobre una joven dispuesta a salvar el mundo (y a su padre, un clásico Disney) es vibrante de principio a fin. Más allá de las luchas entre unas y otras, lo vibrante de la película es su verso sobre la amistad y rivalidad entre mujeres hechas y derechas.