Milicianos palestinos secuestran a un soldado israelí para canjearle por presos

Un comando integrado por ocho milicianos palestinos pertenecientes a tres facciones distintas atacó en la madrugada de ayer una base militar israelí situada junto al sur de Gaza y capturó a un soldado que anoche se hallaba en paradero desconocido. En el ataque murieron dos efectivos del Ejército y dos activistas. La intención de los milicianos es mantener con vida al militar secuestrado para canjearlo por presos.

El ataque contra la base militar es la primera operación de este tipo que conducen las organizaciones palestinas en el interior de Israel desde la retirada hebrea de la franja de Gaza en el verano pasado. La intervención fue llevada a cabo por los Comandos de Resistencia Popular, Hamas y un grupo desconocido hasta ahora que se llama a sí mismo Ejército Islámico.

El ataque se inició antes de las cinco de la mañana, cuando el comando atravesó un túnel de 300 metros de longitud que había construido pacientemente durante varias semanas. La galería arrancaba en la Franja y conducía hasta los aledaños de la base por debajo de las alambradas que Israel ha levantado en la zona. Los seis milicianos supervivientes huyeron por la superficie con su rehén -no utilizaron el túnel-, volaron con explosivos las vallas metálicas y entraron en la Franja para desaparecer en dirección a la ciudad de Rafah.

Previamente, se había registrado un enfrentamiento entre los milicianos y los soldados. Los asaltantes lanzaron granadas anticarro contra un tanque y contra un vehículo acorazado de transporte de personal y con fusiles atacaron simultáneamente un puesto de observación situado en la base. En el combate, los activistas hirieron a cuatro soldados. Gilad Shalit, de 20 años, que es el primer militar que capturan los palestinos en doce años, también fue herido y, al parecer, está recibiendo asistencia médica en el lugar donde lo han ocultado sus secuestradores.

Llamada del Gobierno

Tras quince meses de tregua, Hamas efectuó los primeros ataques contra Israel con cohetes Qassam el 9 de junio, después de que la artillería hebrea matara a siete miembros de una misma familia y a otra persona en una playa de Gaza. La de ayer es la primera operación de la organización fundamentalista en territorio israelí desde febrero de 2005.

Las milicias indicaron que la operación es una acción de represalia por la muerte de veinte civiles palestinos en los últimos días durante acciones del Ejército hebreo contra la franja de Gaza.

El Gobierno de Hamas hizo un llamamiento a las milicias para que no hagan daño al soldado secuestrado. «Pedimos a los grupos de la resistencia, si es que ellos tienen al militar desaparecido, que protejan su vida y que lo traten bien», manifestó Gazi Hamad, portavoz del Ejecutivo. Además, agregó que el gabinete palestino ha instado al Gobierno israelí a que no tome represalias drásticas que sólo conducirían a un deterioro de la situación.

Fuentes hebreas indicaron, por su parte, que la participación de Hamas en este ataque muestra la verdadera naturaleza del grupo fundamentalista, aunque en algunos medios se especificó que la orden de atacar la base israelí partió de la dirección de la organización en el exilio de Damasco. «Hacemos responsables de lo sucedido a la ANP, que lidera Mahmoud Abbas, y al Gobierno palestino, con todo lo que ello implica», dijo el primer ministro Ehud Olmert, quien se reunió con sus asesores, con jefes militares y con el gabinete de seguridad para discutir la situación.