LLANTO. Wilfred es consolado por Kiko, delegado de campo, tras la conclusión del choque. / O. CHAMORRO
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La suerte vuelve a ser esquiva con el San Fernando, que cae en los penaltis

Juanje y Silveira fallaron por los isleños; Cardozo hizo lo propio por el Motril Chiqui marcó en el 86' y llevó la ilusión a Bahía Sur, que vibró con el equipo

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La ilusión de toda una afición volvió a irse un nuevo año más al traste, con la derrota del San Fernando en la tarde noche de ayer en la tanda de penaltis, ante un Motril que acudió a hacer su papel y se llevó un inmerecido premio. Ayer se impuso la marrullería sobre la creatividad, la especulación sobre las ganas de jugar al fútbol. El San Fernando dice adiós a la liguilla de ascenso con la sensación de haberlo dado todo y con la tristeza de haber sido testigo de primera mano de cómo toda una hinchada -que despidió al equipo con vítores y aplausos y animó de principio a fin- se marchaba del municipal isleño con lágrimas paseando sobre sus mejillas.

Pero, como bien apuntaba Juan Antonio en rueda de prensa, «el fútbol tiene estas cosas», y el desacierto de los azulinos en varias acciones puntuales del encuentro evitó que el luminoso reflejara un marcador más abultado que el uno a cero con el que acabó al término de los casi 130 minutos.

Del dibujo con el que saltaban al campo ambos contendientes se desprendía claramente por dónde iban a ir los tiros. Tébar introdujo las novedades de Álex en el lateral izquierdo, Lasarte un poco más adelantado que el motrileño y retrasó la posición de Jonathan Rey, lo que hacía entrever que iban a nadar guardando la ropa.

Por contra, Juan Antonio decidió jugérsela con dos delanteros y alineó a Iván Guerrero desde el inicio, mientras que echó a Ángel a la banda en sustitución de Víctor García, que ayer vio el partido desde la pista de atletismo.

Comienzo titubeante

A pesar de que era al San Fernando al que acosaban las urgencias, el dominio del juego no terminaba de llegar en los primeros compases. Jonathan Rey avisaba a Wilfred nada más empezar con un zapatazo que el sevillano -inconmensurable desde el principio hasta el último penalti- desviaba a córner.

No fue hasta pasado el cuarto de hora cuando los isleños se entonaron y comenzaron a llevar peligro a la meta defendida por Toni Bernal, que ayer tuvo su día de suerte. En el minuto 21, Iván Guerrero se plantaba sólo por la izquierda pero su disparo moría en las manos del cancerbero granadino. Dos minutos más tarde, una falta botada por Javi Muñoz rozaba la cruceta y poco después Sergio Berro se liaba en el área tras un buen centro de Iván Guerrero.

Uno de los más destacados fue sin duda alguna el sanluqueño Hugo. Entraba para sustituír a Juanlu, baja por lesión, y su papel a lo largo de todo el choque fue de auténtico diez. En el 28', una internada suya puso el ¿uy! en la grada cuando su pase era desaprovechado por Berro, que no acertó con su lanzamiento.

En la segunda mitad, el dominio azulino volvió a repetirse, a lo que los motrileños respondieron con continuas pérdidas de tiempo.

En el 48', David Navarro realiza una excelente jugada personal y deja solo a Iván Guerrero, cuyo tiro es atajado por Bernal.

Cinco minutos de calidad

Tres acciones consecutivas por parte de los visitantes pudieron dejar fuera de juego al San Fernando antes de tiempo. En el 69' Chupi se saca un tiro en el área chica al que Wilfred respondió con una mano vital mandándola a córner. Acto seguido, Chupi por dos veces estuvo a punto de marcar y otra más de Jonathan Rey; remates que la defensa isleña sacó bajo palos. La siguiente jugada, el propio Rey manda el balón desviado a centro de Sergio Gil.

De ahí al final, el dominio fue completamente local, y el San Fernando, llevado en volandas por un graderío exultante que se dejó la garganta, encerró en su área al Motril hasta el pitido final. Iván, Sergio Berrio, Chiqui y David Navarro tuvieron en sus botas la oportunidad de abrir el marcador.

Pero el sufrimiento, tan ligado a la trayectoria de ete equipo en los últimos años, se convirtió en júbilo cuando Chiqui, con más corazón que cabeza, introducía con esta misma el balón en las mallas en una jugada enrevesada en el área chica de Bernal. Corría el minuto 86.

En la prórroga, los isleños pudieron marcar el segundo con una gran acción de Navarro, cuyo control se le fue largo y un triple disparo de Iván, Berro y el media punta sevillano, a lo que el Motril respondió una gran acción de Alfonso.

Al final, Tébar en la calle por protestar, trifulca en los banquillos por la picaresca visitante y el partido a los penaltis, en los que el San Fernando tuvo la suerte de espaldas.