Lucas Lobos, futbolista.
Sociedad

Lucas Lobos, el prototipo local: «Como de todo y mucho... aunque nadie lo crea»

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Desde que llegó a Cádiz, hace seis meses, ha tenido que aguantar comentarios, de broma o de veras, sobre su escaso peso. Admite que no sabía lo que significaba «puchero», pero todo el mundo le decía que lo comiera para engordar. Es el prototipo de persona que, lo quiera o no, se resiste a engordar. En su caso, le vendrían bien algunos kilos de más para ganar consistencia, frente a los choques, como futbolista profesional que es. Dice comer mucho, y de todo, pero no hay forma: «Es que uno tiene esa tendencia a ser flaco y no se puede hacer nada».

Desde Argentina, donde está de vacaciones, asegura que cada cual debe aprender a estar a gusto con su constitución: «No le hago mucho caso al peso. No me siento mal por ser delgado, la verdad es que es algo que nunca tengo mucho en cuenta».

El atacante del Cádiz, nuevo ídolo de la afición pese a ser de los jugadores más ligeros del fútbol profesional español afirma que su delgadez le resulta intrascendete: «Estoy canijo pero nunca me preocupé porque lo importante es que jamás me sentí mal ni débil por ese motivo».

Pese a su fortaleza mental, admite que varios entrenadores y especialistas le han pedido que ganara peso alguna vez: «He ido al médico, pero no para engordar sino para aumentar mi fibra muscular».

Está dispuesto a seguir algunos consejos, pero se niega a medicarse: «No me fío. No me convencen las pastillas, ni las sustancias que me dan para coger peso». El delgado futbolista apuesta por ganar peso de forma natural: «Si tengo que coger unos kilos, prefiero que sea con pesas, en el gimnasio». Gracias a esa fórmula ha subido algo en la báscula: «He ido aumentando poco a poco porque, antes estaba más flaco todavía».

Respecto a las dietas, poco puede hacer «porque ya como bastante y de todo, soy de buen co-mer aunque casi nadie lo crea. Tampoco soy muy nervioso... todo lo contrario». Con mentalidad positiva, Lobos destaca las ventajas de su delgadez: «Si ga-nara peso y potencia, perdería agilidad y velocidad».