CELEBRACIÓN. Partidarios de la independencia muestran su alegría tras los resultados. / AFP
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La ajustada victoria independentista en Montenegro obliga a revisar los resultados

La comisión electoral retrasa hasta hoy la publicación del escrutinio por falta de consenso sobre los votos emitidos en 37 colegios, que suponen un 4,5 por ciento del total de papeletas

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Una frágil ventaja, que sólo puede augurar nuevos problemas para el país, llevó a los electores de Montenegro a cortar el pasado domingo el cordón umbilical que les mantuvo unidos a Serbia durante 88 años. La participación masiva que rubricó un magnífico ejemplo de expresión cívica en principio a favor de la independencia de la pequeña república balcánica no impidió que la comisión electoral central anunciara a última hora de ayer que un aplazamiento hasta hoy de la publicación de los resultados, cuya victoria reclamó el Gobierno del primer ministro Milo Djukanovic.

«Mañana (por hoy) ofreceré una rueda de prensa y presentaré el resultado final preliminar», dijo el presidente de la comisión, el diplomático eslovaco Frantisek Lipka. Añadió que la comisión electoral municipal de la capital Podgorica sigue teniendo problemas a la hora de llegar a un consenso sobre los registros de votos emitidos en 37 colegios electorales. Lipka precisó que los sufragios en cuestión totalizan unos 19.000, del total de unas 420.000 papeletas emitidas.

Contar de nuevo

El bloque unionista, contrario a la soberanía, exigió con anterioridad que los resultados fueran revisados y «los votos emitidos contados de nuevo en todos los colegios electorales». Además, pidió comprobar la lista de ciudadanos con derecho a voto residentes en el exterior que acudieron a la república balcánica para depositar su papeleta. Según los resultados dados a conocer ayer por la Comisión Electoral, el 55,4% de los ciudadanos votó a favor de la segregación, sólo cuatro décimas de punto por encima del umbral exigido por la UE para validar y reconocer el resultado.

«Un 55,4% de los electores han votado a favor de la independencia de Montenegro, mientras que un 44, 6% se han decidido por el Estado común», declaró en un primer momento el presidente de la Comisión Electoral, el eslovaco Frantisek Lipka, al sancionar los resultados parciales que fueron adelantados por dos organismos independientes en la madrugada de ayer. El primer ministro, Milo Djukanovic, proclamó la victoria con horas de antelación al anuncio oficial y ya en la madrugada del lunes proclamó la independencia del país, en un gesto que fue criticado por sus adversarios. «Permítanme comunicarles que Montenegro, por voluntad de sus ciudadanos, vuelve a ser independiente», anunció el político de 44 años, al transmitir al país los primeros pronósticos. «Los ciudadanos han votado por la independencia. Tenemos un Estado», tituló en su primera pagina, el periódico independentista Vijesti, que tampoco quiso esperar el anuncio de la Comisión Electoral. «Serbia, te deseamos, también a ti, una feliz independencia», añadió el rotativo. En cambio, el diario Dan, partidario de la unión con Serbia, optó por la prudencia y de forma lacónica escribió: «El señor Djukanovic ha proclamado la victoria». A pesar de las dudas que pueda despertar el estrecho margen del triunfo independentista, cierto es que el 86,3% de los habitantes con derecho a voto acudieron a las urnas, la participación más alta que jamás haya conocido un proceso electoral en el país. Y el desarrollo de la consulta, que puede calificarse de impecable, transcurrió en la más absoluta calma. «En una demostración de democracia directa, el pueblo de Montenegro ha celebrado un genuino y transparente referéndum, por el cual debe ser felicitado», señaló el vicepresidente del Parlamento turco, Nevza Yalcintas, responsable de los inspectores internacionales, quien resaltó que la consulta se había ajustado a los estándares de la OSCE y del Consejo de Europa.

Amargura en Belgrado

Jean-Charles Gardetto, vicepresidente del Consejo de Europa, aseguró asimismo que el recuento de votos se produjo de forma pacífica y respetuosa: «No cabe duda de que el resultado final es expresión del genuino deseo del pueblo de Montenegro», enfatizó.

El nacimiento del nuevo país fue recibido con amargura y silencio en Belgrado, donde ni el presidente, Boris Tadic, ni el primer ministro, Vojislav Kostunica, reaccionaron de forma oficial a la decisión soberana de los montenegrinos. Aleksandar Simir, un estrecho asesor de Kostunica insinuó, sin embargo, que la victoria de los separatistas había sido manipulada y no descartó acciones legales para impugnar el resultado. Desde ayer, Serbia, la poderosa república que dominó la región durante más de medio siglo, inicia un período de gran soledad enfrentada a contradicciones y desata un efecto dominó en la región que no auguran nada bueno para los Balcanes.

Poco después de conocerse el resultado oficial del referéndum, el primer ministro de Kosovo, Agim Ceku, además dijo que esperaba que esta región en concreto pueda hacer lo mismo antes de finales de año.