Merkel departe con el titular de Exteriores, Steinmeier. / AP
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Merkel aboga por una refundación de la UE frente a los nuevos retos

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Después de triunfar en Bruselas, Moscú y Washington y de recibir elogios de varios líderes europeos, la canciller de Alemania, Angela Merkel, dio a conocer ayer, desde la principal tribuna política del país, las líneas maestras de la política que su Gobierno espera aplicar cuando asuma la presidencia rotativa de la Unión Europa el 1 de enero de 2007

En un apasionado discurso pronunciado en el Bundestag, Merkel prometió revivir la Constitución Europea, admitió que la población continental desconfía de sus instituciones y se atrevió a pedir una «nueva fundación» del bloque de 25 naciones, porque la meta que tenia la UE durante la guerra fría de preservar la paz, ya no era suficiente para afrontar los desafíos del siglo XXI.

«Debemos, y estoy totalmente convencida de esto, revisar de forma crítica el estado del proyecto europeo», dijo la canciller en su primera declaración gubernamental dedicada a Europa. «Es necesario colocar a la población en el centro y explicarles lo que significa Europa para su trabajo, su prosperidad, su seguridad social, su salud y su vejez. No quiero dramatizar, pero creo que un nuevo comienzo es más necesario que nunca», advirtió la líder democristiana.

Merkel también se comprometió llevar a cabo durante la presidencia alemana una misión casi imposible, que calificó como «prioritaria»: revivir el tratado constitucional, que yace en estado de coma después del rechazo de los electores franceses y holandeses.

Con palabras adecuadas a las circunstancias y a la titánica tarea que desea llevar a cabo, la canciller prometió que su Gobierno intentaría poner en marcha nuevamente la dinámica institucional para permitir que la Unión Europea recupere su capacidad de actuar.

«Tenemos una necesidad absoluta de la Constitución Europea para garantizar la eficacia y la capacidad de actuar de la UE», dijo la canciller en un pasaje de su discurso que fue ovacionado por los parlamentarios de los tres partidos que forman la gran coalición. «Quiero la Constitución, el Gobierno alemán quiere la Constitución y creo que la mayoría de este Parlamento también quiere la Constitución. Si no se ha tratado antes, pueden estar seguros que la presidencia alemana se centrará en esta cuestión».

Candidatura de Turquía

Merkel también se refirió a la necesidad de «desburocratizar» las instituciones de Bruselas, calificó como necesaria la ampliación de la UE, advirtió -en una clara referencia a la candidatura de Turquía- que el proceso de adhesión no era una «calle de sentido único» y prometió que su Ejecutivo cumpliría con sus obligaciones ante Bruselas.

En otro momento de su discurso criticó la política llevada a cabo por el Gobierno de Gerhard Schröder: «No puede ser -dijo-que Alemania, la mayor economía de Europa, el país que más insistió en imponer una serie de criterios para asegurar la estabilidad y crecimiento económico, lleve años violando el Pacto».

Pero la canciller no fue capaz o no quiso detallar las medidas que desea aplicar para revivir, por ejemplo, el Tratado Constitucional, ni tampoco propuso acciones concretas para una refundación de la UE. En cambio, Merkel se pronunció a favor de su famosa política de «pasos pequeños» para evitar nuevos fracasos en el futuro. «No soy partidaria de avanzar demasiado rápido porque nos volvería a colocar en una posición en la que no podamos avanzar», dijo.

La dirigente alemana, sin embargo, tiene un problema mayor para llevar a cabo su ambicioso proyecto sobre la crisis europea. Tendrá que esperar al resultado de las elecciones presidenciales en Francia para saber si el estratégico eje franco-alemán tendrá la fuerza suficiente para impulsar los cambios que necesita Europa.