La importancia de los cargadores

Desde no hace demasiado tiempo, se va extendiendo una corriente de opinión negativa con respecto a la labor de los cargadores en nuestra Semana Santa. Se les intenta menospreciar con la intención de rebajar el protagonismo que inevitablemente tienen.

Y sin duda, es inevitable ese protagonismo, pero no por la figura en si del cargador, ni por el entorno folclórico que le acompaña, en absoluto, ese protagonismo no se puede evitar teniendo en cuenta que se confía en ellos para portar nada más y nada menos que a los titulares de la Cofradía, labor importantísima además de privilegiada.

Durante todo un año, se prepara una salida procesional, se calculan los detalles estéticos al milímetro, se prepara el cortejo con mimo, se colocan las flores con todo el gusto posible pero, nada de esto se aprecia si no se trabaja de la misma forma por parte de las cuadrillas de cargadores que cada vez en mayor medida lo hacen, sabiendo que en ese trabajo anterior se basa gran parte del fruto posterior en el día de la salida procesional.

Solo cuando la cuadrilla responde como cabe esperar, sólo entonces, destacamos en general otros detalles importantísimos también pero que pasan desapercibidos en muchas ocasiones.

Este artículo no quiero que sirva como un alegato en defensa del mundo de la «carga», todo lo contrario, pretendo que todos los que estamos en este mundo, sepamos aceptar nuestra importancia como una responsabilidad que cada uno de los hermanos de las cofradías depositan en nosotros, para lo cual debemos dejar a un lado nuestro ego folclórico que anteriormente he nombrado, transformándolo en un servicio digno a nuestras hermandades, sólo así, se reconocerá el trabajo que se realiza sin más.