Sociedad

Rescatan más lingotes de oro del galeón Atocha en Florida

El hijo del descubridor del pecio, Sean Fisher, saca a la superficie dos barras destinadas al tesoro de Felipe IV y que se perdieron en 1622 a causa de un huracán en Cayo Oeste

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El galeón Nuestra Señora de Atocha sigue alimentando la voracidad de los buscadores de tesoros. Sean Fisher acaba de anunciar que un equipo de buzos ha rescatado del fondo del mar dos lingotes de oro y 15 monedas del mismo metal valorados en 200.000 euros y sacados del galeón Nuestra Señora de Atocha, hundido durante una tormenta en los cayos de Florida en 1622. El anuncio busca captar nuevos inversores para su empresa, Fisher Treasures, dedicada a una actividad muy lucrativa, pero terriblemente cara.

Sean es hijo de Mel, fundador de la sociedad que, en 1985, localizó los restos del galeón español y rescató piezas por valor de 400 millones de dólares de la época. El nuevo hallazgo tuvo lugar al este de Cayo Hueso, el islote más al Sur de Florida, y cerca de la misma zona donde se encontró el gran tesoro. «Llevamos 30 años trabajando en el área donde se localizó el yacimiento principal. Es posible que estemos cerca de un nuevo baúl de oro del Atocha», apuntó Sean Fisher.

El último hallazgo relevante tuvo lugar en 2005, cuando se izó el ancla de uno de los galeones hundidos por el huracán que asoló a un convoy que se dirigía a España con las riquezas de las Indias.

Los dos lingotes rescatados ahora por Fisher tienen 17 centímetros de longitud y están marcados con los sellos de la Corona. De haber concluido el viaje tal y como estaba previsto, las piezas deberían haber sido entregadas en Sevilla a los tesoreros de Felipe IV. Gary Randolph, capitán de uno de los barcos de prospección, aseguró que lo más «interesante» de este hallazgo tiene que ver con el hecho de que, hasta ahora, los bloques de oro hallados en la zona carecían de marcas o sellos, por lo que se cree que eran transportados de contrabando.

Demasiado peso

Los galeones navegaban con frecuencia sobrecargados debido al gran número de mercancías y metales que viajaban de matute en estos navíos, que eran alterados fraudulentamente durante su construcción en los astilleros para darles mayor capacidad de carga; hubo casos en que navíos de dos puentes acabaron con tres por este frenesí contrabandista.

Nuestra Señora de Atocha era la nave capitana de una flota de 23 navíos que zarpó de La Habana en 1622 rumbo a Cádiz. Cargaba 600 libras de oro, 1.038 lingotes y 255.000 monedas de plata. Los buzos que lo encontraron el 20 de julio de 1985 llevaban buscándolo desde 1969 y sabían que a bordo viajaban con sus ajuares y propiedades 43 nobles españoles, alojados en el alcázar.

Florida, repleta de oro

Dos buceadores, Andy Matroci y Greg Wareham, localizaron unas monedas a 16 metros de profundidad junto a un montón de piedras que se usaban como lastre. Pusieron en marcha su detector de metales -la leyenda dice que para ahuyentar a los centenares de langostas que poblaban la zona- y su sorpresa fue mayúscula cuando el aparato se puso a pitar como un loco. Arrancaron trozos de coral con las manos y lograron despejar una pequeña vía de acceso al pecio.

El equipo de Fisher había encontrado antes en la zona parte del cargamento del Santa Margarita: 13 lingotes, una cadena de oro macizo de dos metros, 414 doblones y 16 esmeraldas engarzadas en piezas de oro, todo por valor de 20 millones de dólares. Y, como se ve, Florida sigue llena de tesoros. En teoría, y por arbolar pabellón de Estado, los restos del Atocha y del Margarita pertenecen aún hoy al Reino de España.