DESOLADO. Un palestino llora la muerte de un familiar que fue abatido por el Ejército israelí en la 'Operación flecha del sur'. / AP
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El Gobierno israelí descarta mantener negociaciones de paz con la ANP

El primer ministro Olmert da carta blanca al Ejército para actuar contra las milicias en los territorios palestinos La última ofensiva hebrea ya ha abatido a 16 milicianos

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El primer ministro en funciones de Israel, Ehud Olmert, recomendó ayer cortar toda relación entre el Estado hebreo y el hasta ahora respetado presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas (Abú Mazen), que corre peligro de caer en el aislacionismo absoluto y de perder toda potestad desde la ascensión al poder del grupo islámico Hamás. De este modo, el Consejo de Seguridad hebreo descartó mantener negociaciones de paz con el líder de la OLP.

En la reunión del Gabinete, el jefe del Gobierno en funciones apostó por una política continuista con su antecesor, Ariel Sharon. Así, Olmert mantendrá las sanciones económicas contra los palestinos; cesará los contactos con la ANP; prohibirá el movimiento de palestinos entre Gaza y Cisjordania y dará luz verde a los militares para que actúen contra todo tipo de actividad violenta de las milicias palestinas.

De hecho, el primer ministro dio carta blanca a las fuerzas de seguridad del Estado para que actúen con toda contundencia contra las milicias ante cualquier situación de peligro para los israelíes. Ayer, la 'Operación flecha del sur' se saldó con un muerto y 16 heridos en el norte de Gaza.

Desde el pasado viernes, el Ejército ha disparado más de 1.200 proyectiles de artillería contra la Franja en una ofensiva conjunta de la fuerza área, el Ejército de tierra y la marina. Esta respuesta militar del Gobierno hebreo a los lanzamientos de cohetes contra el sur del territorio se ha saldado con la muerte de 16 palestinos, trece de ellos militantes de grupos armados, dos civiles y un policía de la ANP. El último asesinato selectivo se registró ayer a última hora de la tarde, cuando el Ejército abatió a un miliciano de las Brigadas Al-Aqsa en la ciudad bíblica de Belén.

La enérgica ofensiva despeja las incógnitas acerca de la firmeza de Olmert, dada su procedencia civil frente a la tradicional ascendencia militar de los anteriores primeros ministros de Israel.

¿Alto el fuego?

Khader Habib, líder de Yihad Islámica en Gaza, amenazó con llevar a cabo «por todos los medios una escalada en sus ataques contra la entidad sionista». «Vamos a dar una lección al Gobierno de Tel Aviv que nunca olvidará», agregó el líder islamista. Otras fuentes, sin embargo, informaban de que el grupo fundamentalista decidió ayer abandonar durante una semana el lanzamiento de cohetes para frenar la dura operación israelí en las cercanías de la localidad de Beit Hanún, en el norte de la Franja. Por primera vez desde el acceso de Hamás al poder, el Ejército disparaba en zonas pobladas.

Los niños de una escuela palestina cercana a la frontera con Israel tuvieron que ser evacuados, dada la proximidad de las operaciones militares hebreas.

La escala militar israelí coincide con la decisión de la Unión Europea y EE UU de congelar las ayudas económicas al Gobierno de Hamás mientras no reconozca el Estado hebreo, los acuerdos ya alcanzados y renuncie a la violencia.

La ANP confirmó ayer que no podrá pagar los salarios del último mes a sus 140.000 funcionarios. Abdel Razeq, ministro de Finanzas comunicó que a mediados de este mes se intentarán abonar los sueldos, una vez recibidas las ayudas prometidas por Arabia Saudí, Kuwait y los Emiratos Árabes. Estas contribuciones suman 66 millones de euros, de los 98 millones requeridos.

Abdel Razek también comunicó la negativa de la banca a prestar dinero a la Autoridad Nacional, «ya que las deudas palestinas alcanzan los 1.075 millones de euros, entre ellos 528 millones a bancos regionales y locales».