«La vida se hacía alrededor de esta plaza»

Pasear por la Plaza en una soleada mañana de sábado se convierte casi en una quimera, porque es tanta la gente que hace la compra que apenas cabe un alfiler. Hay colores, animadas conversaciones y relaciones de fidelidad y de cordialidad entre comerciantes y clientes que no se ven en otro sitio. Algunos llevan viniendo toda la vida, como Manuel Morales, que recuerda que la vida social de Jerez se hizo durante muchos años en estos alrededores. Por eso, este cliente mira con nostalgia la esbelta estructura del mercado y confía en que «las obras que van a hacer no cambien su estética, porque es tan bonito que sería una lástima». Para Manuel, la presencia del mercado está ligada a muchos de sus recuerdos, no sólo porque «siempre he comprado aquí, porque está cerca y todo es de buena calidad». También hace memoria y narra las subastas que antiguamente se hacían en la Plaza Esteve, el camino flanqueado de aljibes que había enfrente o el cine en el que «cuando pusieron Gilda se formó un revuelo cuando suspendieron la proyección». Yolanda también es fiel al mercado, y acude junto a su madre y su hijo pequeño. La reforma de la nave del pescado le parece «una buena noticia, porque ahora no hay quien pase por allí con bolsas o un carrito. Por eso yo compro en los puestos de las esquinas». Manuel y Yolanda no son los únicos. Y es que hasta los turistas se acercan a comprar en La Plaza.