Un médico forense atiende a Yagüe por encontrarse indispuesta

Cansada. Dolida. Triste. Las informaciones que iban llegando con cuentagotas sobre el estado de salud de Marisol Yagüe tras su detención ofrecían la imagen de una persona derrotada y completamente superada por los acontecimientos. Al estrés y ansiedad de la detención hay que sumar que a la alcaldesa le extirparon un quiste de la parte baja de la espalda el pasado 20 de marzo en el hospital privado USP.

A las 8.50 horas, escoltada por agentes de la Policía Nacional, hizo su entrada en los juzgados la regidora de la ciudad tras apearse del vehículo policial en el que viajó arrestada desde Málaga. Cabizbaja, visiblemente demacrada y ataviada con el mismo chándal de color celeste que vestía al ser detenida en su casa de Marbella el pasado miércoles, desfiló ante los objetivos de las cámaras y la ciudadanía congregada en las puertas de los juzgados con las manos esposadas.

A su llegada, un centenar de sus incondicionales le ofrecieron una calurosa bienvenida. Palmas, vítores y piropos la arroparon en el breve recorrido entre el coche y las puertas del juzgado, un instante previo a su primera comparecencia de la jornada con motivo del caso Copasur.

Nada más finalizar, el abogado de la regidora solicitó la presencia de un médico porque su cliente se sentía «indispuesta». «Ella no está bien: lleva dos días y medio detenida y aún está resentida por la reciente operación», explicó Pedro Luna, abogado de la regidora. El profesional se personó en los juzgados y estuvo examinando a Yagüe durante media hora.

El letrado de Yagüe presentó asimismo al juez instructor un certificado médico, donde se acredita que padece una dolencia cardiaca. Por otra parte, la primer edil ingresará hoy en un centro sanitario para que le retiren los puntos de sutura que lleva tras la operación a la que se sometió hace algo más de una semana.