Homenaje a Ángela Molina

Al igual que Imanol Arias, la actriz Ángela Molina -que recibió en 2002 el Premio Málaga del Festival de Cine Español de esta ciudad- descubrió ayer en el Paseo Marítimo Antonio Banderas un monolito que, a su juicio, «da la mano para siempre a mi padre», que cuenta con una estatua cercana en el barrio malagueño donde él nació. La artista, que se mostró muy emocionada, señaló a los periodistas que la escultura le sirve para unirse más a Málaga y a su progenitor al que, según explicó, le hubiera hecho muy feliz saber que su hija había obtenido esa distinción allí, en reconocimiento a su trayectoria.

«Estar frente al mar es una maravilla», declaró Molina que añadió que su padre vivía siempre cara al mar y que su abuelo era pescador por lo que «ellos han amado siempre el mar, lo han vivido profundamente».

La actriz, que estuvo acompañada de dos de sus cinco hijos, insistió en que es un placer estar en «la Málaga de mi alma».