FERIA DE CASTELLÓN

Posada se lleva una oreja en la novillada

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La novillada de Jandilla fue para uso y disfrute. Los dos últimos tuvieron codicia. El sexto galopó de salida. El quinto tuvo embestidas profundas. Posada le cortó al quinto una oreja. El Cordobés le hizo al sexto una faena larga de torero bien toreado. Posada le pegó al quinto algunos muletazos excelentes con las dos manos. Faltó una tanda completa de las de hundir el mundo, como suele decirse. La faena tuvo buen arranque. Posada dibujó con recio primor en los momentos de más entrega. La gente estaba fría porque no eran muchos. Pero como Posada fue el que firmó los muletazos de más sustancia, se sintió ese punto más sensiblemente. Una estocada perpendicular y empujando con apuros bastó. El Cordobés no fue el mismo que hace un año en esta plaza dejó a la mayoría con la boca abierta. Técnicamente es incluso mejor que entonces: bueno el juego de brazos, muy seguro, pulso para conducir viajes. Pero faltó lo que en aquella otra ocasión fue baza decisiva. En los momentos en que más se ventilaba se le fueron los pies.

No se salió el joven Benítez de un patrón calcado de sí mismo: pases y pases a pies juntos, embarques por fuera, remates a media altura, el de pecho o cambiado, y vuelta a empezar. Tal vez pesara ese ambiente frío de toda la tarde. O que se aburriera el torero un poco. Pero tanto el quinto como el sexto novillo fueron de los de cortarles las orejas, las dos, y menos de dos ya es poco. El Cordobés, por tanto, pinchó. Pinchazo aparte, se le ve más que hecho.

El cuarto jandilla se estampanó contra tablas y cayó fulminado. Aunque no procedía reglamento en mano, se soltó el sobrero, que fue de Fuente Ymbro y tuvo más chispa eléctrica que los dos tan notables de Jandilla que iban a salir después. Aunque de mitad de faena acabara buscando con la mirada las tablas, donde acabó por cierto muriendo,. Con la mano izquierda le pegó una tanda muy completa Vicente Prades.

Es de Onda, la gran villa azulejera de El Alcalatén. Como Paco Ramos, que acaba de cumplir un año ya de alternativa. Prades se ha ido refinando. Se emperró en torear de abajo arriba al torito de Fuente Ymbro y lo pagó con enganchones. Kilométrica faena. Que remató de bajonazo. Si no, oreja. En los tres primeros turnos, con novillos muy bondadosos pero sin las calidades de los de la segunda mitad, los tres toreros optaron por la vía maratoniana.